Con la Ley 62/1997, de 26 de diciembre, que modificó la Ley 27/1992, de 24 de noviembre, de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, y con la nueva Ley de Régimen Económico y de Prestación de Servicios de los Puertos de Interés General, se definió un nuevo y ambicioso marco estratégico para el sistema portuario español encaminado a afrontar una serie de retos planteados por una Europa sin fronteras y por un mercado globalizado y competitivo.

Esta circunstancia ha permitido asentar las bases de un modelo participativo en el sistema portuario; en especial, en las Autoridades Portuarias, lo que debe posibilitar una favorable respuesta a sus exigencias legales, así como afrontar los retos y desafíos de un negocio en el cual su comprensión, adecuación y desarrollo exige anticiparse a los escenarios futuros al objeto de cumplir sus funciones con la mayor eficacia y eficiencia.

Según lo manifestado por la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (1988), sólo la formulación y adquisición de una filosofía fundamentada en lo que se quiere ser en un horizonte determinado y qué se debe ir haciendo al ritmo de las circunstancias para lograrlo, se puede materializar en una herramienta válida de futuro. Por ello, la Planificación Estratégica se convierte en la herramienta clave que debe sustentar el sistema de gestión portuaria, así como en un instrumento de aprendizaje organizativo. Se trata de compaginar un modo de pensar y actuar flexible basado en los significativos cambios acaecidos en el entorno (globalización de los mercados, mayores niveles de competencia, nuevas necesidades de los clientes, etc.) y en la propia organización (estrategia empresarial, estructura organizativa, recursos humanos, cultura organizativa, etc.).

Así pues, con la puesta en marcha de la Planificación Estratégica se pretende promover un marco de leal competencia interportuaria y definir los objetivos generales del sistema portuario, ajustando la inversión a las necesidades y favoreciendo la coordinación e integración de los puertos en el sistema de transportes de interés general, al tiempo que se potencia la capacidad de cada Autoridad Portuaria para favorecer la competitividad de los puertos que gestiona. En este sentido, su objetivo básico es el de favorecer las medidas encaminadas a promover la competencia en la prestación de los servicios portuarios y el de permitir la evaluación de las actividades del sector portuario con una perspectiva de visión estratégica compartida por el conjunto de las Autoridades Portuarias.

Como consecuencia de ello, y puesto que el aspecto básico de este proceso es la necesaria participación de todos sus miembros; resulta esencial contar con un proceso de planificación estratégica que posibilite la definición de un marco de referencia (Marco Estratégico del Sistema Portuario de Titularidad Estatal - SPTE), el establecimiento de los planes operativos por las Autoridades Portuarias, los presupuestos correspondientes, y el control de su cumplimiento mediante la retroalimentación de todo este proceso.

EL MARCO ESTRATÉGICO DEL SISTEMA PORTUARIO
La adopción del principio de gestión unitaria para la totalidad de las actividades portuarias, conllevó al establecimiento por parte de las Autoridades Portuarias de todas las competencias y responsabilidades en cuanto a la gestión de los servicios en los puertos, tanto si se prestan en zona terrestre como marítima, sin perjuicio de otras competencias administrativas que, ejerciéndose en el mismo por los distintos órganos competentes, no poseen relación directa con la gestión y explotación de la entidad portuaria.

Sin embargo, resultó básico que el Estado estableciese ciertos criterios generales y flexibles, al objetivo de llevar a cabo una política económica común ajustable a las exigencias de unidad de la economía que requiere un mercado único. Esta circunstancia comportó la necesidad de mantener la coordinación del sistema portuario a través del establecimiento de unas normas comunes de funcionamiento y gestión.

En este contexto, se delimitó en el año 1993 un primer Marco Estratégico que establecía que su Misión debía ser la de contribuir al desarrollo de la actividad económica, facilitando el libre comercio y el transporte de mercancías y personas, en las mejores condiciones de calidad de los servicios que se presten, y en condiciones de autosuficiencia financiera. Se trataba de lograr que los objetivos se encaminasen a conseguir que el sistema portuario fuese capaz de prestar servicios de menor coste y mayor calidad al cliente final de los puertos (genéricamente los buques y las mercancías), contribuyendo a la mejora de la competitividad de la economía española.

La planificación estratégica del sistema portuario (IV)
La planificación estratégica del sistema portuario (III)
La planificación estratégica del sistema portuario (II)