El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, salió ayer al paso de la decisión de la naviera Grimaldi de dejar de operar en el puerto de Valencia el servicio semanal con Tánger. “El presidente de la compañía me comunicó esta decisión porque el balance masa crítica-frecuencia no era suficientemente bueno”, explicó Aznar. “La mayor parte de la mercancía es perecedera y va a una plataforma de distribución ubicada en el sur de Francia por lo que la frecuencia es esencial y en este caso era escasa”. La compañía italiana puso en marcha este servicio semanal entre Valencia y el puerto marroquí el pasado mes de noviembre y tras cinco meses de actividad decidió trasladar la línea a Barcelona.

Rafael Aznar realizó estas declaraciones tras la reunión del Consejo de Administración de la APV, en el que, entre otros temas, se autorizó a Valencia Terminal Europa la manipulación extraordinaria. Esta autorización alude al servicio que ofrece Grimaldi entre el Mediterráneo y la costa occidental de África, un servicio que también atiende el tráfico de contenedores que no pueden ser trasladados en plataformas, un tráfico para el que sí esta autorizada la estibadora, y deben ser operados con grúas propias del buque.

Tráfico de coches
Por otra parte se aprobó la revisión de los referenciales de calidad de servicio para navieras para el tráfico de vehículos en los puertos de Valencia y Sagunto. Estas revisiones se han elaborado de forma coordinada por parte de la APV, OPPE y Anfac y las empresas que se acojan a los requisitos pueden optar a bonificaciones que podrían llegar a alcanzar hasta el 5% de la tasa de actividad.