Los trabajadores de UNB protestan en Valencia por el cierre de los astilleros
Un total de 95 trabajadores -de una plantilla de 100- de las instalaciones que Unión Naval de Barcelona (UNB) tiene en el puerto de Barcelona se concentraron ayer ante las puertas de la sede del Grupo Boluda en Valencia.
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Los trabajadores de UNB, en Valencia
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La razón es que la compañía naviera ha presentado un “expediente de movilidad geográfica” que obliga a todos los trabajadores a su traslado a Valencia desde Barcelona. Los trabajadores concentrados ayer explicaron que de lo se trata es de “un ERE encubierto en el que la empresa no está dispuesta a pagar las indemnizaciones que corresponden, sólo quiere pagar lo mínimo”, afirman fuentes sindicales.
Además, explicaron a esta publicación que otra de las razones de esta nueva decisión del grupo presidido por Vicente Boluda es el tema inmobiliario. Junto a las instalaciones de UNB están los terrenos de Marina Barcelona 92 (MB92), un astillero de reparación de yates de lujo interesado en ampliar su planta, “de manera que el Grupo Boluda podría haber recibido supuestamente una compensación millonaria por abandonar el astillero en el puerto y dejar libre el camino a MB92”, aseguran estas fuentes. En sentido, denunciaron también “la connivencia de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) que es accionista minoritaria de MB92”. Junto a los 100 trabajadores de UNB, esta medida afectará también a las empresas auxiliares y subcontratas del astillero catalán, de manera que la cifra de damnificados asciende a casi 300 trabajadores.
Durante la concentración de ayer insistieron que “hasta ahora se trata de una empresa solvente, con importantes beneficios a cierre de 2009 en Barcelona, por lo que no entendemos nada. La palabra prevaricación aquí está mejor empleada que nunca”. Esta medida podría aplicarse a partir del 31 julio, que es cuando el Grupo Boluda ya ha comenzado a cancelar todos los pedidos o arreglos que puedan salir desde la planta de Barcelona.
Al mismo tiempo, los trabajadores catalanes destacaron cómo esta situación “puede ser el principio del fin ya que la decisión del Grupo Boluda de traer todos los trabajadores aquí conllevará que no haya suficiente trabajo para todos y, cuando no se puedan cubrir gastos, las consecuencias serán también para los trabajadores valenciano”.
Sin embargo, desde Grupo Boluda se insiste en que el cierre de las instalaciones de Barcelona vienen condicionadas por decisión de la Autoridad Portuaria de Barcelona. Según fuentes empresariales consultadas por esta publicación, la APB instaba a los astilleros a trasladar sus instalaciones a otra parte del puerto para evitar “situaciones de contaminación ambiental”, lo que provocaba “el cierre de los astilleros y el traslado a otra zona, con un desembolso por parte de la empresa superior a los 150 millones de euros para poner en marcha las instalaciones de nuevo”. Desde la empresa aseguran que no podían hacer frente a esta inversión, con lo que se decidía el cierre de los astilleros.
En ese sentido, “y para garantizar los puestos de trabajo” se acordó con MB92 “que asumiera buena parte de la plantilla de UNB, dejando el traslado a Valencia a unos 40 trabajadores”. “La decisión de la empresa era mantener el 100% de los empleos, bien en MB92 o bien en el puerto de Valencia”, afirman estas fuentes.