La Directiva Europea de Servicios Portuarios fue recharaza ayer por el Parlamento Europeo con 532 votos en contra, 120 a favor y 25 abstenciones. Una vez más, esta cámara decide que hay que seguir negociando para incluir todos los intereses de las partes que se verán afectadas por esta normativa, que no acaba de aprobarse.

Pierre Barrot, Comisario de Transportes, señalaba ayer tras la votación que la Comisión tendrá que volver a confeccionar un texto en el que se tendrán en cuenta todas las posturas de las partes implicadas, incluyendo a los sindicatos. Asimismo, el comisario también quiso resaltar que este rechazo no significa que no se siga trabajando desde la Comisión por mejorar la competitividad de los puertos europeos. Según Barrot este debe ser el principal ingrediente de la nueva Directiva.

Espera
Los últimos tres días han sido para la estiba no sólo europea, sino mundial, de tensa espera. Las movilizaciones, que agruparon el pasado lunes a los trabajadores de más de 150 puertos y contarón con más de 60.000 participantes, tenían un claro objetivo que ayer se cumplió.

Respuestas
Las reacciones al rechazo europeo de la Directiva no se han hecho esperar. Así, por ejemplo, fuentes de los sindicatos mayoritarios en el puerto de Valencia mostraban ayer su satisfacción por el resultado de estas votaciones, que ofrece una nueva posibilidad para reorganizar los puertos europeos, en la que se cuente con la voz de los estibadores.

Asmismo, desde la Organización de Estibadores Portuarios de Barcelona, se afirma en un comunicado que “los 532 votos contrarios a esta Directiva demuestran que nuestra oposición a este proyecto no era ninguna excepción, sino que la voluntad de defender los derechos laborales de los trabajadores europeos también era compartida por la inmensa mayoría de los europarlamentarios. De hecho, sólo 120 diputados han expresado su apoyo a una Directiva que nació sin diálogo y que ha terminado aún peor que la anterior, también rechazada por el Europarlamento hace hora dos años”.

Al igual, IDC afirmaba ayer que “el rechazo al texto por parte del Parlamento Europeo pone de manifiesto que dicho texto no recoge los intereses de los sectores implicados. El IDC, organización que aglutina a trabajadores portuarios de todo el mundo, celebra la decisión del Europarlamento y la unión con que los trabajadores europeos han defendido su profesión, reclamando el respeto a los derechos laborales de los trabajadores y a la extensión de estos derechos a los portuarios de los demás continentes”.

ANAVE
UGT, también hacía llegar ayer a nuestra redacción un comunicado expresando su satisfacción por esta derrota de la Directiva, así como la Asociación de Navieros Españoles, afirmándose en su posición en contra de la Directiva, en cuanto que no significaría la liberalización que necesita el sector. Una postura, la de los navieros españoles, más cercana a la del Comisario de Transportes, que también afirma que lo principal es la competitividad.

La liberalización no debe posponerse “sine die”
“Los navieros españoles y europeos consideramos preferible que se haya rechazado la propuesta de Directiva, porque, a la vista de los primeros pasos que su tramitación estaba teniendo en el Parlamento Europeo, no era razonable que condujese a una liberalización efectiva de los servicios portuarios”, declaró el presidente de ANAVE, Juan Riva al conocer el resultado de la votación.

“Por ello, y por considerar que una directiva que no tuviese un carácter decididamente liberalizador sería contraproducente, la asociación europea de navieros (ECSA) consideró preferible la retirada de la actual propuesta y así lo pidió a la Comisión Europea y a los miembros del Parlamento. ANAVE se dirigió a los europarlamentarios españoles miembros del Comité de Transportes en este sentido hace unos días.

No debe entenderse en modo alguno que, con esta posición, los navieros europeos o españoles renunciemos a una liberalización que consideramos muy necesaria para la mejora de la relación eficacia/coste de los servicios portuarios y, especialmente, para los objetivos de promoción del transporte marítimo intraeuropeo (short sea shipping). Ésta es una tarea pendiente que no puede aplazarse indefinidamente”, ha aclarado Juan Riva.

El presidente de ANAVE ha pedido que se retomen cuanto antes los trabajos para alcanzar una regulación adecuada de estos servicios. Uno de los elementos básicos que no estaba bien resuelto en la propuesta rechazada era el proceso transitorio que necesariamente deberá establecerse para evitar que la liberalización perjudique gravemente a determinadas empresas o trabajadores. Desde algunas instancias se habla de la posibilidad de que se lleve a cabo, por la DGTREN o por la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo la elaboración de un nuevo Libro Blanco que sirvan de base para un nuevo y amplio debate. Si así fuera, ANAVE y ECSA nos ofreceremos para intentar contribuir de nuevo constructivamente en este proceso”.

Con la retirada de la Directiva que, previsiblemente, llevará a cabo la Comisión, los servicios portuarios siguen, por el momento, como hasta ahora, regulados por las normas generales de los Tratados de la Unión”.