El director general de Tributos clausuró en Valencia la V edición del Foro Aduanero
La jornada del sábado giraba sobre dos temas: el papel de la sanidad en el comercio exterior, a cargo de Pedro Ángel García González, y las declaraciones aduaneras y su difícil inclusión en el ámbito de la Ley General Tributaria, a cargo de Enrique Giménez-Reyna, profesor de Derecho Tributario e inspector de Finanzas.
Ángel García González explicó las características del futuro escenario de los controles sanitarios en frontera. En este contexto, habló de la nueva normativa en materia de higiene, las nuevas relaciones con países terceros, los nuevos productos en el mercado internacional y los nuevos sistemas de certificación.
En cuanto a la nueva normativa de higiente, García habló de las siete normas que entrarán en vigor el 1 de enero del próximo año. Tal como señaló esta normativa establece los requisitos a tener en cuenta en materia de higiene, derogando muchos de los reglamentos técnico-sanitarios de alimentos.
Por primera vez, esta normativa plasma una serie de obligaciones para los operadores económicos que se han ido aplicando anteriormente por la práctica de controles o por sentencias de tribunales. “Se trata de requisitos de trazabilidad”, añadió, que se derivan de la legislación de la Unión Europea en materia de seguridad alimentaria.
Tal como explicó Pedro Ángel García, las principales obligaciones de los explotadores de empresas alimentarias y de piensos responden a criterios de seguridad, responsabilidad, trazabilidad, tarnsparencia, emergencia, prevención y cooperación.
Nueva normativa
En la actualidad toda la normativa europea en materia de higiene se contempla en cinco reglamentos y dos directivas que explicó el ponente . De acuerdo a esta normas, los alimentos que se importen en la UE tienen que cumplir la legislación alimentaria, las condiciones que la UE reconozca como equivalentes, los requisitos de un acuerdo bilateral entre el país tercero de la UE y los requisitos respecto a a instalaciones, productos y procedimientos. Estas exigencias coinciden con un momento en el que han aparecido nuevos productos en el mercado internacional: nuevos exportadores emergentes, nueva población inmigrante y nuevos medios de transporte.
Por otra parte, Ángel García habló de los nuevos sistemas de certificación. Antes los trámites administrativos en el país de origen eran largos y tediosos, mientras que en la actualidad aseguró que se ha producido la armonización de coumentos y sistemas, con un único modelo de certificación para todos los alimentos. Además, el futuro apunta hacia la certificación electrónica.
Finalmente, explicó también las características documentos y la tendencia a la unificación y armonización de documentos, instalaciones y procedimientos, dirigida a una mayor transparencia y agilidad en Europa.
Enrique Giménez-Reyna presentó una ponencia sobre “Las declaraciones aduaneras y su difícil inclusión en el ámbito de la Ley General Tributaria”. En este sentido, recordó que los derechos de aduanas participan en muy poca cosa en los demás impuestos y que constituyen un sector que produce altos rendimientos económicos a las Haciendas Públicas. “El mundo de las aduanas se merece un ordenamiento adecuado a nuestro tiempo - aseguró -. Tiene vocación didáctiva en la Ley Aduanera, igual que recoge la Ley General Tributaria. El proyecto pretende - continuó Giménez-Reyna - desarrollar un texto paralelo a la Ley General Tributaria con cinco títulos”. En este sentido, explicó que sería aconsejable recoger una serie de pasajes que corresponden a los países miembros y que no están recogidos en la Ley General Tributaria, pero que esto no debe suponer establecer una norma específica.
Estructura de la ley
En cuanto a la estructura de la Ley, aludió a los cinco títulos que la componen: cuentas generales, relaciones aduaneras, aplicación de los productos y procedimientos de la gestión, potestad sancionadora y revisión de los actos de gestión. “El sistema actual no debe perpetuarse - señaló aludiendo a la posible corrección de errores y revocaciones y rectificaciones -. Deberá tratarse en un órgano diferente e independiente de los establecidos en el código aduanero”.
En el coloquio posterior a la intervención de Enrique Giménez-Reyna se analizaron las posibilidades de que la Ley salga adelante. De hecho, el planteamiento de este ponente apunta a que así será, aunque tardará algo de tiempo. “Parece ser que está bien vista por la Administración”, concluyó.
Clausura
En la clausura del V Foro Aduanero Miguel Tell apuntó a la necesidad de que se desarrolle esta nueva norma. “Necesitamos ideas europeistas y poder defender así lo que queremos todos.
Por su parte, la Ley General Tributaria afecta al colectivo de manera grave y consideramos que la nueva Ley Aduanera puede ser positiva para todos”. “Debemos ser optimistas y trabajar por el bien de la profesión”, añadió el presidente del Consejo General de Aduanas.
Por su parte, el director general de Tributos, José Manuel Bunes, aseguró que no está mal que el procedimiento aduanero se trate dentrop de la Ley General Tributaria, aunque reconoció que quizá algunos aspectos no se han tratado de la forma debida. Explicó que el proyecto de la Ley Aduaenra se está examinando y será analizado conjuntamente con la Agencia Tributaria. “Valoraremos el texto y luego la decisión será de carácter político”. Además, aseguró que también se pueden contemplar modificaciones en la Ley General Tributaria.
Según Bunes, con el borrador ya elaborado es interesante que el Consejo General aprote sus ideas. “Es bueno que se diga lo que está mal puesto o no bien regulado para contemplarlo en los procedimientos aduaneros”, terminó Bunes.