Amarradores Valencia emitió ayer un comunicado en el que manifestaba su preocupación por la solicitud presentada por la empresa MedTug Valencia ante la Autoridad Portuaria de Valencia para obtener la licencia de amarre. Esta solicitud está siendo analizada actualmente por la APV y podría resolverse en las próximas semanas. Según Amarradores, este hecho plantea preocupación e inquietud en una buena parte de la comunidad portuaria y especialmente en Amarradores Valencia, titular de la licencia de amarre desde 1988.

“La precupación surge tras conocer los estrechos vínculos de esta compañía con el grupo naviero MSC - señala el comunicado -. MedTug Valencia se constituyó en septiembre de este año 2021 con el mismo domicilio y responsables que MSC”. Para Amarradores, todo ello “genera una importante inquietud por la enorme desproporción de magnitudes existentes entre MSC y Amarradores de Valencia y porque el Grupo MSC y sus alianzas mueven prácticamente el 60% del tráfico que opera en el puerto de Valencia”. Esto generaría, para Amarradores, concentración de servicios y que supone en la práctica una grave amenaza a la libre y justa competencia y a la libre prestación del servicio”. “Esta situación- prosigue la compañía - amenaza gravemente la equitativa y justa compentencia que debe existir entre operadores de la misma actividad, al romper el equilibrio que se debe dar entre esas empresas y que se basa en la presentación de la mejor oferta de servicio y precio”.

Amarradores considera que, además, “se reompe el orden de mercado tradicionalmente existente en los puertos entre los diferentes prestadores de servicios”. En este sentido, Amarradores recuerda que “esta situación ni tan siquiera se produce en los puertos más grandes de Europa, como Rotterdam o Amberes, donde sólo existe un prestador del servicio”.

“La experiencia en los pocos puertos europeos, en los que existen varios prestadores nos muestra que se ha visto mermada la calidad de servicio, precarizándose los puertos de trabajo, poniendo en riesgo la seguridad de las operaciones marítimas y derivando finalmente en un verdadero monopolio”, señala Amarradores. A esto se suma “el extraordinario riesgo los empleos de Amarradores de Valencia de los que dependen casi 100 familias locales”.

“Esta desproporcionada competencia se ejercería por una empresaque tal y como hemos indicado anteriormente tiene estrechos vínculos con MSC, con la cual nuestra sociedad ha mantenido los servicios de amarre con la máxima eficacia y competitividad”. Además, Amarradores recuerda que el asunto se agrava si consideramos que MSC dispone de una terminal propia en la que podrían efectuarse la integración de los servicios portuarios de amarre, en lugar de solicitar licencia abierta al uso general con los problemas que eso generará a nuestra empresa.

Con todo, Amarradores alerta sobre la “amenaza” que esta situación generará para el equilibrio portuario y en particular de las empresas consignatarias y estibadoras, que recibirán el servicio de amarre de una empresa que “controla la mayor marte del tráfico marítimo local”.

También adiverte sobre el problema supondría la “extensión de esta colonización empresarial extranjera para los puertos españoles” y para las porpias autoridades portuarias, a las que podrían terminar imponiendo sus normas.