Las terminales del puerto de Valencia estudian en la actualidad introducir cambios en las jornadas de estiba. Aseguran que pierden hasta dos horas por el cambio de turnos y que la productividad se está viendo afectada. Los estibadores, por su parte, consideran que no se debe modificar la normativa actual porque se trata de garantizar la seguridad de los trabajadores.

Coordinadora asegura que el colectivo se adapta cada día a la nueva situación

La operatividad de la estiba en el puerto de Valencia podría verse modificada de prosperar la propuesta que estudian las terminales y que se va a trasladar a Anesco (Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo) y a la dirección del puerto valenciano para reducir las jornadas de estiba. Las terminales admiten que las dos últimas semanas se ha trabajado con normalidad, pero que abril, previsiblemente, registrará caídas en torno al 25 por ciento, especialmente en la import procedente de Asia. Los operadores del recinto valenciano confirman que el pasado mes marzo ha registrado buenos datos, a la vez que destacan que las líneas regulares continúan el servicio y que, de momento, las navieras no han anunciado ninguna cancelación.

Respecto a la gestión diaria, aseguran que en el actual contexto “se pierde entre una hora y media y dos la parada entre los turnos de estiba, con lo que la productividad se ve afectada”. Plantean que, en vez de realizar cuatro jornadas al día se queden en tres jornadas de siete horas. “Ahora vamos a cuatro jornadas y, de las seis horas, se trabajan cuatro”, señalan.

Ajustes
Los sindicatos, en concreto Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, afirma que el colectivo se ajusta cada día a la nueva situación para sacar la carga y descarga con la eficacia de siempre. “Lo que sucede es que debemos mantener las distancias de seguridad entre turno y turno porque hay que desinfectar los equipos”. En su opinión, cambiar la operativa actual es casi imposible porque la estructura no lo permite. “Lo que hacemos es adaptarnos para que el 25 por ciento de la plantilla esté en funcionamiento. El tiempo extra que se emplea entre turnos, tanto en las entradas como en las salidas de los estibadores, es una medida para evitar riesgos. Nos ajustamos de esta forma a las recomendaciones de Puertos del Estado pero, en cualquier caso, es algo que debe decidir el Comité de Empresa”.

Para Martínez, “lo único diferente en este contexto es que se finaliza la jornada media hora antes, en vez de los 15 minutos habituales con el objetivo de que no coincidan los equipos entrantes con los salientes. Entendemos que hay que proteger al colectivo. Además, se está sacando la mercancía con días de hasta 92 manos. Como Coordinadora abogamos por la división del colectivo en grupos estancos en cuatro jornadas, defendiendo la rotación entre ellos y de manera excepcional hasta que esta situación acabe”, añade Martínez.

Por su parte, Jorge Calamaro, presidente del Comité de Empresa del Centro Portuario de Empleo, afirma que “no entra dentro de nuestros planes modificar los turnos”. Sobre la productividad, agrega: “Es un momento excepcional en el que debe primar la salud de las personas”.