La Autoridad Portuaria de Valencia quiere reducir el coste de cada tonelada transportada por ferrocarril a su paso por Valenciaport. Este el principal objetivo de la entidad que preside Aurelio Martínez tras la licitación de la remodelación de la terminal ferroviaria del muelle Príncipe Felipe, información que ya avanzó esta publicación en su edición del pasado 22 de agosto.

La apuesta que desde hace unos años está haciendo la dársena valenciana por potenciar el transporte ferroviario es notorio. Para ello, esta actuación adaptará las vías de esta terminal al ancho mixto y aumentará la cuota de mercado de la carga de mercancías de tren. En definitiva, lo que quiere la Autoridad Portuaria de Valencia es hacer mucho más atractivo el transporte ferroviario tanto para operadores privados como para clientes finales.

Y para poder aumentar esa cuota de mercado, algo que se está consiguiendo poco a poco a tenor de los datos que facilita cada mes la propia Autoridad Portuaria de Valencia, uno de las acciones es alcanzar una reducción significativa de costes por tonelada transportada en el modo ferroviario para hacerlo más competitivo. Para ello, el aumento de la longitud de los trenes es fundamental, algo en lo que España aún tiene mucho camino por recorrer, ya que es sensiblemente inferior al estándar recomendado por la Unión Europea. Por ello uno de los puntos estratégicos es la adecuación de la red básica de mercancías para permitir la circulación de trenes de longitud estándar interoperable (750 metros).

Con estas obras el puerto de Valencia adaptará su terminal ferroviaria para la explotación con trenes de mercancías de 750 metros de longitud, contemplando además la implantación del ancho mixto en algunas vías y en la conexión hasta la puerta de entrada al puerto, como continuación de la progresiva implantación del ancho estándar interoperable de la red ferroviaria interna del puerto de Valencia.

Hay que recordar que el proyecto para la prolongación de las vías se desgajó en cuatro fases. La primera de ellas fue el traslado de las puertas de acceso para los transportistas, unos trabajos ya finalizados y en los que la APV invirtió casi dos millones de euros.
Las otras fases son la construcción de un acceso por carretera hasta las puertas nuevas, la reposición de 50.000 metros cuadrados de pavimento que se ocupaban a la terminal (actualmente en proceso de construcción por parte de CSPV) y, finalmente, las obras propiamente ferroviarias que la APV ya ha licitado.

La apuesta de Valenciaport por el transporte ferroviario comienza a dar sus frutos, traducidos en datos de tráfico. Según las previsiones que maneja el ente portuario, finalizará el actual ejercicio de 2019 rozando los dos millones de toneladas transportadas por ferrocarril -en concreto, 1,985 millones de toneladas-, lo que supone haber más que doblado la cifra registrada en el año 2012, cuando se contabilizaron 956.873 toneladas.

Asimismo, si se cumplen las previsiones, los puertos valencianos crecerán casi nueve puntos respecto al tráfico ferroviario total de 2018, cuando se movieron 1,82 millones de toneladas.

El movimiento de contenedores por ferrocarril también experimentará un notable aumento al finalizar 2019, aunque no tan potente como el del tráfico total. Los datos con los que trabaja Valenciaport arrojan un crecimiento del 89,5% desde el año 2012, al pasar de los 110.267 TEUs de ese ejercicio a los 209.000 TEUs con los que finalizará el actual. En relación al año 2018 (196.194 TEUs), el crecimiento será de seis puntos y medio.

Este incremento en el transporte ferroviario de contenedores se traduce en una mayor cuota ferroviaria. En 2012, únicamente cinco de cada 100 contenedores entraban o salían de los muelles valencianos por tren, mientras que en 2018 supera los ocho y medio. En términos relativos, supone un crecimiento superior al 66,7%, según las estimaciones de la propia Autoridad Portuaria de Valencia.

La apuesta de Valenciaport por el ferrocarril también se observa en uno de sus tráficos estrellas, como es el de vehículos. En 2013, sólo el 0,82% de las unidades que se exportaban desde la dársena valenciana lo hacía por tren. Una vez finalizado 2019, dicha cuota llegará casi al 63%.