En la reunión del pasado 21 de octubre se distribuyó entre los consejeros la propuesta de pliego de bases y condiciones para la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores de la Ampliación Norte del puerto de Valencia. De esta forma, los miembros del Consejo disponían de unas semanas para analizar esta propuesta y presentar las sugerencias oportunas, que serán tratadas en la reunión de hoy viernes.

Estos pliegos son el resultado de mess de trabajo que dieron como resultado la necesidad de reconducir el proyecto planificado hace quince años para adaptarlo a la demnada actual. En ese sentido, el citado estudio concluye que de acuerdo a las tendencias del mercado la evolución de los tráficos el puerto de Valencia podría tener graves problemas de capacidad en el plazo de entre diez y doce años, en el mejor de los casos, y en siete u ocho de seguir la evolución actual. Por ello, desde la APV se ha considerado que es “el momento adecuado” para lanzar el concurso.

La nueva terminal tendrá una superficie total de 1.382.000 metro scuadrados, el doble de la superficie de la ZAL de Valencia, y dos kilómetros de línea de atraque e incluirá una terminal ferroviaria.

En los pliegos se contempla “una terminal mínima”, es decir, el concesionario tendría la oportunidad de optar a una terminal de 49 hectáreas y 800 metros de línea de atraque con la posibilidad de ampliar la concesión en los próximos años hasta completar todas las fases. En todo caso, esa terminal “mínima” incluiría la terminal ferroviaria.

El plazo de ejecución contemplado en los pliegos es de cincuenta años si la oferta opta la totalidad de la terminal y de 35 si se trta de las 49 hectáreas iniciales.

En cuanto a la inversión, la APV aportaría entre 300 y 400 millones de euros y el concesionaria debería comprometer en torno a 800 millones deeuros y la mitad si opta a la “terminal mínima”.

El presidente de Valenciaport, Aurelio Martínez, ha hecho público su interés en que la terminal esté adjudicada para el próximo mes de julio.