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Carlos Prades: “Nos hemos autoconvencido de que somos el último eslabón de la cadena logística, y debemos poner en valor la profesión”
A finales del pasado mes de diciembre, Carlos Prades era reelegido como presidente de la Asociación de Empresas de Logística y Transporte de Contenedores del puerto de Valencia (ELTC). Tras un primer mandato de “reestructuración”, ahora es el momento de “poner en valor el asociacionismo pero, sobre todo, de poner en valor la profesión”
VM, 10/01/2018

Carlos Prades tiene por delante cuatro años más al frente de ELTC. Cuatro años en los que deberá consolidar el papel de la asociación.

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Carlos Prades, presidente de ELTC


Los cuatro primeros años de Prades al frente de ELTC fueron de “reestructuración”. “Cuando llego a la presidencia coincide en el tiempo en el que el conflicto con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está en su punto álgido”. Por eso, desde prácticamente su llegada a la presidencia de ELTC podría decirse que su “obsesión” ha sido la de romper una lanza a favor del asociacionismo: “Quiero seguir generando ilusión para que se siga viendo el asociarse como algo legítimo”. Desde entonces, el papel de ELTC se ha “diversificado”, dando lugar a toda una oferta de servicios que para Prades debe servir para “volver a generar mucha ilusión”.

Y esa nueva ilusión es fundamental para el presidente de ELTC. “Sin ese sentimiento de pertenencia a un colectivo, difícilmente podemos poner en valor nuestra profesión”. “¿Acaso nosotros no estamos en el mercado? ¿Acaso nosotros no formamos parte de eso tan fabuloso que se llama la cadena logística?”, se pregunta Prades. “Nos hemos autoconvencido de que somos el último eslabón de la cadena logística, cuando en realidad una cadena está compuesta por eslabones igual de importantes”, lamenta.

Por ello, apela a que el transportista debe ser además “empresario”, algo que aunque poco a poco va cambiando, no está lo implantado que debería. La compra de cada camión supone una inversión importante para las empresas. “Hay que saber lo que tenemos entre manos, hay que saber lo que se ha invertido, hay que saber calcular costes”, asegura, “esto es lo que va a dar valor al servicio que se presta y, por tanto, a la profesión”.

Aglutinar
Desde la llegada de la crisis y tras el golpe que sufrió el sector del transporte por carretera, destacados líderes empresariales y altos funcionarios del Ministerio de Fomento han repetido casi como un mantra que una de las salidas pasaba por el redimensionamiento.

“El sector está muy atomizado, no te descubro nada con eso”, reconoce Prades, que se suma a patronales y administración en la petición de ese redimensionamiento. Pero matiza: “No estoy diciendo que acabemos con la figura del autónomo, ojo. Éste es imprescindible en un sector como el nuestro en el que los picos de actividad hace necesario contar con ellos”. Así, la solución llegará “a base de unir empresas”, bien sea por la absorción o bien “generando sinergias entre ellas”.

Servicio comercial
El presidente de ELTC asegura que el cambio, “si alguna vez se produce”, será lento y debe conllevar un cambio de mentalidad en el sector. Por eso, Prades ve con escepticismo la puesta en marcha del servicio comercial. En la actualidad, las empresas asociadas a ELTC “ya hemos presentado toda la documentación y requisitos que se nos exigía, únicamente falta la puesta en marcha por parte de la Autoridad Portuaria de Valencia”.

¿Supondrá algún beneficio para el transporte terrestre en el puerto de Valencia? Prades lo pone en duda. “Mi parecer es que esto únicamente se va a convertir en una carga administrativa más para las empresas”. A partir de ahora, “voy a tener que presentar en la APV la misma documentación que estoy presentando cada dos años a la Administración Autonómica”.

Uno de los argumentos esgrimidos por los defensores de la consideración del transporte como servicio comercial en su momento fue que, gracias a esta nueva figura, únicamente podrían acceder al recinto portuario empresas y vehículos con toda la documentación en regla. Ante este argumento, Prades de nuevo se muestra escéptico: “Hoy en día, hay muy pocas empresas que se arriesguen a operar sin seguros y sin toda la documentación al día, es peligrosísimo. Si lo que se pretende es controlar el acceso al puerto, esto no va a ocurrir”, afirma con rotundidad el presidente de ELTC.

Y por ello, Prades apuesta por una labor inspectora más eficaz, una labor inspectora que persiga “a aquellos que no juegan en igualdad de condiciones” y que provocan “una perversión en el mercado”.

Módulos
En ese sentido, una de las apuestas que hace el presidente de ELTC es la de limitar la contratación sucesiva de un servicio de transporte. Esta propuesta se encuentra ahora mismo en la mesa del Comité Nacional del Transporte por Carretera para su estudio. “Estoy seguro de que las grandes patronales y las grandes empresas estarían a favor de la medida”, asegura.

Esto eliminaría situaciones como la subcontratación “hasta tres o cuatro veces de un mismo servicio”, lo que además de abaratar en exceso el servicio provoca una pérdida de fuerza ante el cliente.

Por ello, “buscando la igualdad de reglas y condiciones para todos” los que se ganan la vida con el transporte, Prades “no hubiera prorrogado la cotización por módulos”, o bien lo mantendría “únicamente para el transporte ligero”. “Si esa prórroga sirviera para que el autónomo que pasa horas y horas en el camión ganara más dinero, en un sentido romántico, aún estaría a favor de que se mantuviera”, reconoce.

Sin embargo, “la realidad del módulo no es esa”, ya que, según Prades, esa “ventaja” tiene un “efecto en el mercado”.

La espada de Damocles de Competencia
De las asociaciones profesionales que representan a empresas que operan en el puerto de Valencia, ELTC fue una de las más afectadas por la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

En la actualidad, el expediente se encuentra de nuevo en manos del organismo regulador, que debe recalcular ese importe inicial, que en el caso de ELTC fue de 12,7 millones de euros, una cantidad a la que la organización no podría hacer frente.

Prades no esconde su preocupación por un tema que corre el riesgo de hacerse “casi eterno”.

A pesar de eso, el presidente de ELTC asegura que hasta que no se recalcule esa multa “lo demás es especular”.

Aunque la CNMC decidiera rebajar la sanción, pongamos por caso, a la mitad, “ELTC no tiene recursos propios para hacer frente a esa multa”, por lo que “sería su muerte”. Y esto preocupa a Prades, y no únicamente por la desaparición de la asociación. “En este momento estamos en un limbo”, reconoce.

De aplicarse la legislación de regulación de la Competencia anterior a 2007, sería la propia asociación la que debería hacer frente a la sanción, “lo que supondría su desaparición”. Sin embargo, la legislación posterior a 2007 establece una derivación de responsabilidad en los socios, “algo que supondría la desaparición de muchas empresas, el puerto sería un caos. Además, en este caso, ¿responderían todas las empresas de la asociación por igual?”.



 

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