“Balcón al Mar”, un proyecto que convertirá en realidad la integración del puerto con la ciudad
Valencia, a pesar de ser una ciudad marítima con un extenso frente litoral, ha vivido durante mucho tiempo olvidando el enorme potencial paisajístico y recreativo de su cualidad marítima.
Esto es una característica que no se define únicamente en Valencia, cabe recordar que Barcelona, antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, se constituía como una ciudad a "espaldas" al mar, ignorando las grandes posibilidades que el litoral mediterráneo ofrecía a las ciudades con puerto.
Zona del litoral
Hay muchas teorías del porqué las potenciales ciudades del Mediterráneo, sobre todo en el litoral norte, durante muchos años incluso siglos, no han apreciado las posibilidades de estar ubicadas en frente del mar, esto es, sacar partido de su situación marítima. Entre éstas, la más asentada es la que avala el hecho de que los puertos del Mediterráneo acogían, a través del comercio del Mediterráneo y sobre todo con el norte de África, la gran cantidad de emigrantes, que se asentaban en las zonas limítrofes de los puertos y que durante años, traían a estas ciudades entre otras, enfermedades como la peste o la malaria, que hacían reaccionar a los ciudadanos de la ciudades con el alejamiento de las zonas más cercanas al litoral.
Esta circunstancia no es casual, y de hecho se puede afirmar que ésta es una de las principales causas por las que ciudades como Valencia o Barcelona no han estado, durante siglos, enfocadas al mar. En el caso de la ciudad condal, y gracias a la constitución como sede de la celebración de lo Juegos Olímpicos en 1992, aprovechó para enfocar la ciudad al mar y conseguir, de hecho la integración del puerto con la ciudad.
Punto social
En este sentido, Valencia no se queda atrás, en los últimos años, la situación de situarse "de espaldas" al mar está cambiando radicalmente con la ejecución de importantes proyectos como el Paseo Marítimo, el acondicionamiento de las playas de Las Arenas y la Malvarrosa, la regeneración integral de la Playa de Pinedo y del ecosistema de El Saler, lo que ha facilitado que los vecinos de Valencia hayan descubierto poco a poco el frente marítimo como punto social de encuentro y privilegiada zona de esparcimiento, cercana al núcleo urbano.
Sin ninguna duda, el proyecto más ambicioso del Ayuntamiento de Valencia para conseguir la integración total de la ciudad al puerto, el enfoque marítimo de una localidad albergada por el mar Mediterráneo, es el "Balcón al Mar". Con él, Valencia culminará la consecución de uno de sus objetivos urbanísticos esenciales, como es la plena integración de la zona marítimo portuaria en el conjunto de la ciudad, formando un todo homogéneo.
El Balcón al Mar constituye el proyecto más ambicioso impulsado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en su objetivo de remodelar a fondo la fachada marítima de la ciudad.
Cooperación
En este sentido se inició gracias al Convenio de cooperación, suscrito en octubre de 1997, mediante el cual Ministerio de Fomento, Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Valencia y Autoridad Portuaria aunaban esfuerzos para avanzar en la modernización de las infraestructuras del Puerto de Valencia. Entre los objetivos de dicho Convenio destacaban la integración urbana del Puerto y el compromiso de todas las instituciones involucradas en la estrategia de aumento de la competitividad del Puerto.
Igualmente, el referido Convenio incluía la programación de los planes y proyectos a realizar, cuya inversión total superará los 360 millones de euros, destinados a la construcción del nuevo acceso ferroviario al puerto, la urbanización y comercialización de la primera fase de la Zona de Actividades Logísticas, la construcción de las infraestructuras móviles de continuidad de los muelles comerciales, el traslado de instalaciones, y la construcción de un nuevo acceso norte por carretera al puerto.
El proyecto del Balcón al Mar contempla la incorporación de los espacios portuarios que rodean la Dársena Interior del Puerto de Valencia al uso ciudadano; estos terrenos que eran propiedad de la Autoridad Portuaria de Valencia y estaban sujetos al intenso tráfico rodado y ferroviario propio de la actividad portuaria, impedía su unión efectiva a la ciudad.
La primera actuación para suprimir estos tráficos fue la construcción del puente levadizo sobre la bocana de la dársena interior, inaugurado en enero de 2002, y por el que circula actualmente el tráfico ferroviario del Puerto de Valencia. Actualmente el puente levadizo opera en posición habitual abierta, cerrándose tres veces al día en períodos previamente establecidos y acordados con RENFE para paso de trenes. La longitud total del puente son 125 metros, con una luz entre rótulas de apoyo de 98 metros, o lo que es lo mismo, un tramo en voladizo de 49 metros y un tramo dorsal de compensación de 13,5 metros por cada semitablero.
Solución definitiva
Además, para ofrecer una solución al tráfico rodado dentro del recinto portuario, el Ayuntamiento de Valencia, la Conselleria de Obras Públicas y la Autoridad Portuaria de Valencia firmaron en el mes de diciembre de 2002 un Protocolo de Intenciones para la construcción de un túnel submarino que unirá los transversales de Levante y Poniente del Puerto de Valencia.
Con ello se pretende dar una solución definitiva al tráfico rodado dentro del recinto del puerto. Según este Protocolo la Autoridad Portuaria será la encargada de la redacción del anteproyecto, proyecto y pliego de condiciones técnicas para acometer la construcción de esta infraestructura, que será confinanciada por el Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y el propio Puerto. La inversión ronda los 60 millones de euros y está previsto que el túnel entre en servicio en 2005.
Con esta solución se evitará todo tipo de circulación por la dársena interior del puerto donde se asentará el futuro complejo deportivo y cultural del Balcón al Mar.
Consejo de Ministros
Este proyecto se incluye dentro del Plan Estratégico del Puerto de Valencia, que se ha unido al de Sagunto y Gandía bajo el nombre Valenciaport y cuenta con una inversión de 1.200 millones de euros para la dotación y mejora de infraestructuras y accesos, la ampliación de espacios y la aplicación de nuevas fórmulas de gestión.
Por otra parte, el 25 de abril de este año, el Consejo de Ministros, acordó autorizar a la Autoridad Portuaria de Valencia la cesión al Ayuntamiento de la capital valenciana de 237.261 metros cuadrados de terrenos, que representan los tinglados 2,4 y 5, desafectados de la zona de servicio del puerto con el objetivo de desarrollar el proyecto Balcón al Mar, la firma se efectuó el 6 de mayo en el Edificio del Reloj de la Autoridad Portuaria. Cabe destacar que lo terrenos cedidos por el puerto de Valencia no interfieren en la actividad portuaria, ya que las actividades que en ellos se realizaba se han desplazado a zonas más alejadas de la ciudad, con mayores posibilidades de expansión y mejores accesos terrestres.
Traslado del puente
Actualmente y a pesar de todas estas actuaciones, cabe señalar que tras la firma de la cesión por parte de la Autoridad portuaria al Ayuntamiento de los tinglados, 2,4 y 5, el pasado 6 de mayo en el Edificio del Reloj, la APV está estudiando la posibilidad de cerrar la Dársena Interior al tráfico comercial. Este proyecto supondría el traslado del puente levadizo que conecta los Tranversales de Poniente y Levante para permitir el tráfico ferroviario en el interior del recinto ferroviario.
Además, con este proyecto se abandonaría también la alternativa que hasta la fecha se había considerado más válida para canalizar el tráfico rodado en el recinto portuario: la construcción de un túnel entre ambos transversales, de manera que los camiones dejaran de pasar por la Dársena Interior como ocurre en la actualidad.
Para ejecutar este proyecto, se prolongarían los dos tranversales citados hasta la unión de ambos, dando lugar a una comunicación por la que circularían tanto los trenes con mercancías como los camiones, haciendo innecesario el actual puente levadizo y el futuro túnel.
Por otra parte, esta nueva actuación, que de llevarse a cabo se ejecutaría en un corto plazo, contempla la construcción de un canal de unos 70 metros de anchura que comunicara la Dársena Interior con el mar y permitiría el paso de embarcaciones de recreo, las únicas que podrían entrar en la Dársena Interior. A su vez, ambas márgenes del canal estarían unidas por el puente levadizo, que se trasladaría de su ubicación actual. Este canal contaría con un calado de 7 metros, suficiente para permitir el paso de embarcaciones de recreo, estableciendo de este modo, las condiciones necesarias para que Valencia se convierta en la próxima sede de la Copa América, ganando la batalla a Marsella, Nápoles, Lisboa y Palma de Mallorca.
Túnel bajo el canal
Si esta alternativa se ejecuta, el Acceso Norte debería transcurrir en túnel bajo el canal y salir en superficie a la altura del espaldón del Muelle de Levante. En esa zona está prevista la construcción de una rotonda que permitirá organizar el tráfico entre el Acceso Norte, el Muelle de Levante y la zona de Poniente del puerto de Valencia.
En definitiva, la nueva ciudad marítima para el nuevo siglo, el Balcón al Mar se constituirá en el principal foco de carácter cívico y recreativo, creando una nueva centralidad terciaria que facilite a los ciudadanos asomarse al mar, como su denominación simbólica expresa, para recuperar definitivamente la vocación marítima que siempre ha tenido Valencia.
Esto es, el proyecto más ambicioso impulsado por la alcaldesa del Ayuntamiento de Valencia, en su objetivo de remodelar a fondo la fachada marítima de la ciudad.