Dos de los barcos más prestigiosos del mundo al servicio de la Comunidad Valenciana
En las mismas playas del Cabañal y la Malvarosa, desde donde se admirarán las regatas de la America´s Cup en 2007, hubo desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX, una gran tradición en la construcción de Pailebotes hechos por los Maestros de la Ribera.
La palabra Pailebote es una deformación de “Pailebot” (Pilot boat), es decir, de las famosas goletas francas americanas, tan elegantes como rápidas de los Prácticos (Pilotos), empleadas en Estados Unidos y posteriormente en Gran Bretaña.
Los “Pailebot” fueron los más prestigiosos grandes veleros de todos los tiempos. Al igual que los yates, estos barcos estaban enfrentados a una ruda competencia, por las costrumbres de los prácticos en aquellos años y se construían para obtener las máximas prestaciones en las peores condiciones de navegación.
Fue la mismísima goleta “América”, -la que en la actualidad da nombre a la regata más antigua e importante del panorama internacional-, esto es, la America´s Cup, una de estas embarcaciones Pailebot. Construida por el naviero George Steers, la goleta “América” consiguió en 1851 en la Isla de Wight (Gran Bretaña) ganar la Copa de las Cien Guineas ante el estupor y admiración de la propia reina Victoria. La prensa de entonces calificó a este tipo de embarcación como “el halcón entre las palomas”.
Los pailebotes del Mediterráneo español , cuando no existían ni las carreteras ni los camiones en España, eran el medio usado para el transporte marítimo de cabotaje. En una segunda coincidencia, con las costumbres americanas, nuestros pailebotes también estaban enfrentados en competiciones. Aquí se trataba, de ser los primeros en llegar a los puertos de destino con las primeras naranjas de la temporada. Por aquel entonces, había patrones de pailebotes que esperaban hasta el inicio de la temporada de exportación de naranjas, poniendo a punto sus preciados veleros, para que fuesen, en su momento, los más rápidos en llegar al puerto de destino y conseguir como premio, el mejor precio para su dorada y jugosa carga.
En la actualidad dos de esas peculiares goletas que se construyeron a primeros de siglo en el litoral mediterráneo de nuestro país, -las únicas que en la actualidad existen en Europa con su diseño original-, los barcos, “Tho-pa-ga” (1924) y el “Cala Millor” (1946), esperan ahora su oportunidad para ser empleadas para aquellos fines acordes con la elegancia, categoría y empaque de estas dos embarcaciones, que sin duda, y por sus características, cualidades náuticas y vélicas así como su construcción, no dejan indiferente a nadie que tenga la posibilidad de conocerlas.
Valencia tiene ahora la posibilidad de aprovechar estas dos naves, -que cuentan con los certificados necesarios de navegación y seguridad, para poder llevar hasta 150 pasajeros en navegación diurna-, y la sinergia existente con nuestro puerto, para convertir, este patrimonio marítimo en un estandarte valenciano que ahora y más que nunca es necesario conservar.
El Tho-pa-ga fue construido en 1924 por los Astilleros Navarro Hermanos con pino cortado en la mejor luna y secado a la sombra durante 30 años. El barco goza de unas líneas y un aparejo de goleta franca que siempre fueron envidiadas y apreciadas entre los capitanes marinos.
Por su parte, el bergatín goleta “Cala Millor”, es el último motovelero construido por Naviera Mallorquina, conocido astillero de Palma con sus famosos Maestros de Ribera. El buque se dedicó al principio al transporte de mercancías entre Mallorca, la costa Levante y Marsella.
Los barcos, consignados por la firma Boira & Soriano han participado en concentraciones y regatas de veleros tradicionales o clásicos (Tall Ships), que en la actualidad y a lo largo del mundo cuentan con un gran éxito de afluecia de público.
Además, el Tho-pa-ga participó en en el Festival del Mar, un encuentro internacional que aglutinó en el marco de Forum Barcelona 2004 a los grandes veleros y buques-escuela del mundo.
Estas dos embarcaciones, las únicas de sus características que quedan aún a flote, buscan ahora una utilidad en la Comunidad Valenciana, enfocada no sólo a la conservación de nuestro patrimonio marítimo, sino también al empeño de dar servicio al interés de la Comunidad en general y de la ciudad de Valencia en particular.