El Colegio de Agentes de Aduanas de Valencia cumple cien años, un siglo marcado por la trepidante evolución del comercio internacional y en el que la profesión ha sabido adaptarse al cambio y se ha consolidado como una profesión con futuro. El COAVAV cuenta con 53 colegiados y 28 asociados y en un organismo vivo y útil, que ha ido enfocando sus funciones a la prestación de servicios que ayuden y mejoren el desempeño de la labor de agente de aduanas.

Silvia Soriano y Emilio Guardiola

La figura del agente y comisionista de aduanas que se conoce actualmente surgió en 1914 como consecuencia de la aparición de las aduanas en poblaciones situadas en los límites del territorio nacional, pero no fue hasta 1923, a través de la Real Orden de 14 de marzo, cuando se constituyeron los Colegios y el Consejo Superior de Colegios de España. Mucho ha llovido desde entonces y España ha pasado de ser un país con una legislación aduanera propia a perder las “ordenanzas de aduanas” que recogían los procedimientos aduaneros . La entrada de España en el mercado único europeo en 1993 supuso un antes y un después como también lo fue el Código Aduanero Comunitario en 2005 y, finalmente, el Código Aduanero de la Unión (CAU) de 2016.

Emilio Guardiola, presidente del Colegio valenciano desde hace doce años, y la gerente, Silvia Soriano, han vivido muchos de estos cambios normativos y vitales y son testigos de cómo el agente de aduanas se consolida como una de las claves para el éxito del comercio internacional. “El volumen de mercancías que se gestiona, por ejemplo, a través del puerto de Valencia, es muchísimo mayor, y también lo es el uso de las nuevas tecnologías”, señala Guardiola. Soriano, por su parte, recuerda todavía cuando a los 18 años acompañaba a su madre a la aduana, a las llamadas tres “aduanillas”, y causaban cierta sorpresa porque, a diferencia de hoy en día, apenas había mujeres vinculadas con este trabajo. Ahora, no sólo Silvia Soriano ocupa la gerencia del Colegio desde septiembre de 2020, sino que en la Junta Directiva hay tres representantes femeninas y muchos de los jóvenes que se acercan a la sede del Colegio para informarse sobre el acceso a la profesión son mujeres.

“Me acuerdo de la prensa para copiar las facturas, las máquinas de escribir, los documentos escritos a mano…hasta que llegó el EDI y con él, el cambio. Empezamos a enviar así los DUAs y se inició la informatización. Lo cierto - añade Guardiola - es que el puerto de Valencia ha sido pionero en el uso de nuevas tecnologías y es un puerto muy ágil que ha facilitado mucho las cosas”.

También desde la Aduana de Valencia ha habido una estrecha colaboración con el colectivo: “En la época de María Serrano, por ejemplo, la ayuda fue importante en las Declaraciones Sumarias o el Levante sin papeles. Tanto el puerto como la Aduana han sido fundamentales en estos procesos y han demostrado estar a la vanguardia”.

Trato personal
Dejando a un lado cierta nostalgia, lo cierto es que se ha perdido de alguna manera el contacto personal, el “tú a tú”, algo a lo que sin duda ha contribuido la crisis sanitaria. Parece que la cita previa ha llegado para quedarse. Como para muchos otros sectores, la pandemia ha sido un tiempo convulso y en particular para el comercio exterior, que no ha parado en ningún momento la maquinaria, pero que sí ha tenido que sortear las dificultades añadidas que suponían alguna de las restricciones. “En 2020 la situación era alarmante pero seguimos adelante porque obviamente era una causa de fuerza mayor, pero a partir de 2021 todo cambió y aumentó notablemente la presión de los clientes; llegaron los desvíos de tráfico, los paros del transporte…y parece que poco a poco se ha ido reconduciendo todo, apoyado también en un descenso de la demanda”, explica Emilio Guardiola. “En todo este tiempo también han sido importantes los protocolos de la APV para descongestionar”, apunta Soriano.

Sede del Colegio, en la calle Dr. J.J. Dómine (Foto VM)

No obstante, sigue siendo imprescindible contar con más espacio en el puerto: “Desde el Colegio apoyamos incondicionalmente la Ampliación Norte. Es una infraestructura vital para la competitividad de la economía y para el futuro del puerto de Valencia”, asegura el presidente. Como también es necesario disponer de más personal , tanto en la Aduana como en Sanidad.

Es una reclamación que se lleva realizando desde hace años y que se agrava en los períodos vacacionales.

Otra de las reclamaciones “históricas” de los agentes de aduanas es que la Ventanilla Única termine por ser verdaderamente “única”, ya que de momento aún es necesario trabajar con varias ventanillas (Sanidad, Fito, Aduana…) para gestionar cada uno de los procedimientos y sería imprescindible agilizar el proceso.

Formación
Cada dos años se celebran las convocatorias para optar al título de agente de aduanas y en ese sentido el Colegio está impulsando su labor como asesor de las personas interesadas en acceder a la profesión. “Informamos de las convocatorias y asesoramos a los jóvenes que quieren presentarse y también actuamos como una especie de bolsa de trabajo, distribuyendo los currículums entre las empresas que buscan personal. Es algo que realmente funciona”, apunta Silvia Soriano.

En la actualidad y desde 2013 no es obligatorio colegiarse pero lo cierto es que formar parte del Colegio de Agente de Aduanas, como colegiado (con derecho a voz y voto) o como asociado (sin voz ni voto pero con el resto de derechos), supone una ventaja para el agente de aduanas: “Da acceso a los convenios que tenemos con hoteles, compañías de seguros o bancos y también a los cursos de formación continua. Nuestro objetivo es ser útiles", continúa la gerente del COACAV, que añade que, en esa misma línea, ahora una de sus prioridades es conocer a los colegiados para saber qué servicios necesitan y adaptar la oferta del Colegio a esa demanda. "Queremos ser prácticos, pero sobre todo queremos servir de apoyo y nexo de unión del colectivo”, asegura.

A pesar de que el interés por la profesión está creciendo todavía existe un gran desconocimiento de la función del agente de aduanas, que, por otro, lado, requiere una gran responsabilidad, una característica que en ocasiones desanima a aquellos interesados en iniciar su trayectoria en ese camino. Sin embargo, esa misma responsabilidad y el hecho de tratarse de un trabajo cambiante, complejo y que requiere de adaptación lo convierte en una profesión especialmente atractiva para aquellos que también la conocen como Emilio Guardiola:

“Esta profesión engancha. Ese gusanillo de la responsabilidad aderezado con la satisfacción de las cosas bien hechas es lo mejor. Es muy gratificante asesorar a un cliente y poderlo orientar para que consiga lo que busca”.

Silvia Soriano coincide en esta adicción: “Es una profesión creativa, muy viva y cambiante, con
muchas novedades en materia legislativa y que permite hacer los trámites de manera diferente cada día”. Por esta misma naturaleza del trabajo la confianza se convierte en la clave de la relación con el cliente, puesto que los riesgos son grandes.

Relevo
Con todo esto, en el COACAV confían en el relevo y en el futuro de la profesión. Impulsaron la creación de un grupo de nuevas generaciones que hoy en día sigue muy activo y actúa como enlace para resolver problemas y cuestiones del día a día y abogaron hace ya 15 años por crear la figura del asociado para diferenciarla del colegiado. Eso ha permitido al Colegio de Valencia mantener un importante volumen de socios y garantizar la continuidad de sus servicios, todo ello a pesar de la concentración de empresas y los cambios sustanciales en el sector, ya que el asociado tiene la oportunidad de disfrutar de todas las ventajas del colegiado con la única excepción de no contar con voz ni voto. “La fórmula ha sido un éxito y ya tenemos 28 asociados. El de Valencia es el segundo colegio de España en cuanto a número de socios y recursos”, señala Guardiola.

JUNTA DIRECTIVA
La actual Junta Directiva del COACAV está integrada por 15 miembros, el tope que permite la ley. Junto a Guardiola, están integrados Salvador Monterde (vicepresidente primero), Arturo Grau (vicepresidente segundo), Maite Pérez (secretaria), Silvia Soriano (tesorera) y Manuel Vallés (contador). Las vocalías las ostentan Enrique Valle, Vicente Canet, Carmen Román, José Herrero, Juan Carlos Macías, José Guardiola, Marcelo Benet y Antonio Noguera.

En diciembre tendrán lugar las elecciones en la mayoría de colegios españoles, puesto que la convocatoria viene marcada por ley y la Junta permanece por períodos de cuatro años.

Jacinto Martí Alabau fue el primer presidente del COACAV, en el año 1923, y Jaime Boira y Soriano y Miguel Tell han ostentado en estos cien años dos de las presidencias más largas: trece años en el primer caso y veinte en el de Tell. En este tiempo han pasado muchas cosas, detalladas con una caligrafía envidiable en el libro de actas del Colegio, que recoge gran parte de la historia de Valencia y de este país. De 1937 a 1939 la junta estuvo incautada por la Guerra Civil. Un reflejo, el del Colegio de Agentes de Aduanas y Comisionistas de Valencia, del transcurrir del tiempo.