Así, se producía el relevo en la presidencia, ocupada hasta ese momento por Pedro Coca, y entraba en juego un nuevo equipo de gente joven "muy competente y potente" que acompañará a Soler durante los próximos cuatro años: Antonio Crespo (vicepresidente primero), Carolina Lorente (vicepresidenta segunda), Lorena Ballester (vicepresidenta tercera), Jorge Selma Illueca (secretario), Yolanda Atiénzar (tesorera) y Francisco Salvador, Fernando Vitoria, Pedro Catalán, Carmen Amador y Rubén Marín como vocales.

Alfredo Soler Martínez (Foto Propeller Valencia)

“Me gustaría que éste no sea un mandato presidencialista”, asegura el nuevo presidente y CEO de TransBase Soler. “Toda la Junta Directiva ha querido sumarse al proyecto y el presidente será un miembro más. Es un proyecto de equipo, un equipo abierto a todas las sensibilidades que nos aúnan en el Propeller, ya que están representados los principales grupos cuyos intereses defiende la asociación”, añade.

Nueva hoja de ruta
Recientemente se ha aprobado la hoja de ruta de Propeller Valencia en la que se refuerzan aún más los objetivos de la asociación, esto es, velar por los intereses comunes del ámbito de la logística, no sólo del puerto de Valencia sino de toda la provincia. “Hemos detectado que en los últimos años, y favorecido aún más por la pandemia, la cadena de suministro a nivel global ha variado sustancialmente; cada vez tiene la piel más fina, es más sensible a cualquier circunstancia o incidencia”, explica Alfredo Soler.

Partiendo de esta nueva realidad, se hace cada vez más necesario reforzar la interacción con los cargadores e importadores y a las que el sector logístico que el Propeller defiende dan servicio. “En Propeller Valencia estamos todos los actores de la cadena, pero no siempre está en nuestra mano ofrecer la calidad de servicio necesaria y al precio requerido. Por ese motivo, consideramos esencial ir más allá y estrechar los lazos con los clientes para trabajar conjuntamente en la mejora de esos servicios”, explica Alfredo Soler. En este sentido, la asociación no descarta contratar algún experto puntualmente y ofrecer charlas y ponencias de entidades terceras o consultores internacionales con el objetivo de cumplir el objetivo final de facilitadores del comercio en las mejores condiciones.

Si estrechar la relación con el cliente es uno de los pilares de la nueva hoja de ruta no lo es menos fortalecer la relación con la sociedad: “Hemos percibido que para un ciudadano de a pie vivir en una ciudad de contenedores como Valencia no siempre es agradable. La imagen que, por ejemplo, desde los partidos políticos se ha difundido del puerto de Valencia en los últimos años no es real y no nos beneficia. El puerto y la logística suponen riqueza, negocio y bienestar. El puerto no es más que una herramienta al servicio que busca el beneficio final del ciudadano y debemos contribuir a que ese planteamiento cale en la sociedad”, asegura el presidente de Propeller Valencia. “Es vital tener unas infraestructuras que permitan a nuestras empresas exportar de forma competitiva y tenemos que ser capaces de trasladar ese planteamiento a la ciudadanía; hacerles ver que es positivo porque es beneficioso para todos y que, en definitiva, son creadores de empleo y riqueza”.

Debilidades
También Propeller Valencia tiene planes a corto plazo en el ámbito puramente logístico. En los últimos meses se ha detectado que Valenciaport se congestiona y lo hace en muchas ocasiones porque la rotación de los contenedores ha disminuido, es decir, ha aumentado el número día que pasan en el puerto, llegando muchas veces a duplicarse. “Este hecho hace que la capacidad del puerto se reduzca, los barcos no pueden fluir con la misma facilidad y se generan más remociones en las terminales”, continúa Alfredo Soler. “Creemos que podemos ayudar manteniendo reuniones y comisiones y grupos de trabajo con las empresas importadoras a las que hay que transmitir la necesidad de encontrar un procedimiento que permita reducir el tiempo de días de permanencia de los contenedores en el puerto sin ir al destino final - prosigue -. En exportación sucede lo mismo. Tenemos que hacer entender al exportador que es imprescindible que mantenga más días el contenedor en sus almacenes, sobre todo considerando las dificultades que está teniendo el puerto para poder ampliar”.

Otra de las vías en las que trabajará Propeller Valencia es la interlocución con la Administración.

“Hay necesidad de espacios logísticos en Valencia. No hay naves logísticas ni terrenos industriales y ese es precisamente uno de los motivos por los que los contenedores se almacenan en el puerto. Así, hay que buscar nuevas fórmulas en colaboración con la administración; estudiar la manera de conseguir zonas o terrenos logísticos a precios competitivos”.

Soler acompañado de su nueva Junta Directiva (Foto Propeller Valencia)

A esa falta de espacio logístico que convierte a las terminales portuarias en almacenes se suma otro detonante de la congestión: la indiscutible necesidad de contar con un segundo acceso al puerto de Valencia.

“Los camiones que llegan a las terminales situadas en la zona norte del puerto sólo tienen acceso a través de un vial estrecho, pasando un túnel, que se convierte en un embudo y esa vía interior se congestiona con facilidad. Cuanto más congestionadas están las terminales, menos agilidad hay en las operaciones y se atienden menos camiones por hora, dando paso a otro de los problemas ya “clásicos” de Valenciaport: las colas de camiones”.

“Además, Valencia está muy justito de mano de obra. En momentos en los que no hay congestión en las terminal, como vacaciones estivales o Navidad, también se nota la carencia de mano de obra, de estibadores”, señala Alfredo Soler.

“Lo cierto es que no es culpa de nadie y de todos. Los operadores hacen todo lo posible para que no se produzcan congestiones, pero es que el puerto no ha crecido en la proporción que debía crecer y se generan estas deficiencias. Las terminales se esfuerzan, los camiones también, los estibadores ponen todo de su parte, pero cuando se está jugando un partido de fútbol 11 en un campo que es la cuarta parte de uno reglamentario el juego (el trabajo) no fluye de manera normal”.

Ferrocarril
Es cierto que el acceso ferroviario a Sagunto podría dar un respiro, pero no será una solución.

“Aunque ayude no podrá hacer frente a la cantidad de contenedores que se mueven entre aquella zona y el puerto de Valencia. Harían falta seis vías a pleno y continuado rendimiento para atender el tráfico que se genera. Tampoco parece viable desde el punto de vista económico, por los costes de fricción que genera, es decir, los derivados de los necesarios intercambios de modos de transporte para unas distancias tan cortas. Se podía subvencionar - reconoce - pero se podría generar un trato discriminatorio, beneficiando a un modo frente a otros. Sería estupendo si se pudiera generar una lanzadera con Parc Sagunt, puerto de Sagunto y zona azulejera…daría lugar a menos camiones y menos congestión pero de momento no lo vemos posible”.

Propeller Valencia tiene claro que su objetivo es defender los intereses de sus socios y, por ende, de la sociedad y la economía valenciana. Así, sus fines quedan muy lejos de la batalla política, aunque es inevitable que las posturas de los diferentes partidos políticos rocen, y a veces golpeen de lleno, la buena marcha de la dársena valenciana y de toda la cadena.

“Sólo pedimos que no nos pongan palos en las ruedas cuando queremos invertir dinero privado en fomentar infraestructuras y negocios que van en favor de una mayor prosperidad de la provincia, la comunidad y el país. Que nos dejen hacer nuestro trabajo y que se den cuenta de que hay temas en los que no tienen competencias. Desde Propeller abogamos porque se cumpla siempre la legalidad, desde cualquier punto de vista, incluido el medioambiental, y lo que tenemos claro es que siempre defenderemos a los empresarios que tengan iniciativas que cumplan con esa legalidad”, concluye el presidente de Propeller Valencia.