José R. Abeijón, por parte de Spanish Depot Service, y Alfredo Soler Asunción, por parte de Transbase Soler, recibieron de manos de Justo Peydró, director para el sudeste de SGS, los certificados de calidad ISO 14001 que reafirman el compromiso de estas dos compañías, bases de contenedores, por el Medio Ambiente.
En la actualidad, estos son los dos únicos depots de España que cuentan con esta certificación. Es más, en su apuesta por la convivencia entre el desarrollo de su actividad y el respeto por el entorno, ambas firmas están dispuestas a conseguir la certificación EMAS y acogerse a la estricta normativa europea que hay al respecto.
Francisco Pujol, abogado del grupo, actuó como presentador del acto y realizó un breve repaso a la historia de estas dos compañías. Una de ellas, Transbase Soler, fue fundada en el año 1972 como almacén para troncos y fue la primera que se habilitó como depósito de contenedores.
Por otro lado, Spanish Depot Service surgió en 1991, tras el visto bueno del Consejo de Ministros, ya que la compañía surgió con la participación de Compañía Trasatlántica y dependiendo del Instituto Nacional de Industria. De hecho, fue precisamente la actividad de Compañía Trasatlántica la que conllevó la necesidad de contar con una base para puesta a punto, mantenimiento y reparación de los contenedores y se pensó en Valencia como lugar idóneo para su ubicación. De esta forma, SDS se ubicó en la zona de Pinedo e inició su actividad con una apuesta firme por el Medio Ambiente, ya que en el año 1992 ya realizó su primer estudio sobre el impacto ambiental.
Tal como explicó Francisco Pujol, estas compañías han estado en la vanguardia y en 1999 participaron en el convenio que se suscribió entre los depots de contenedores, la Autoridad Portuaria de Valencia, el Ayuntamiento y la entonces Consellería de Obras Públicas y Transportes, con el fin de dar una solución a la retirada de las bases de contenedores de los entornos urbanos.
En cuanto a SDS, en 1994, un grupo de trabajadores, “liderado” por su consejero delegado, José R. Abeijón, decidió dar el salto al sector privado sin olvidar, por ello, el objetivo de interés general con el que nació la empresa.
Compromiso
La obtención de la ISO 14001 es, para estas compañías, el resultado lógico de su afán de mejora y compromiso con el Medio Ambiente. Además de esta certificación, y en coherencia con esta filosofía, las dos compañías obtuvieron la certificación de calidad ISO 9001 en el año 2003, concedida por Bureau Veritas.
Por su parte, José R. Abeijón recordó también algunos aspectos de los orígenes de Transbase Soler y SDS. En este sentido, explicó que cuando surgió Transbase Soler para el almacenamiento de troncos empezaban a moverse en el puerto de Valencia los primeros contenedores. Fue Container Transport International (CTI) la primera compañía en confiar en esta base de contenedores. En aquellos momentos Alfredo Soler Asunción impulsó la compañía con el empeño de aportar el esfuerzo y la maquinaria necesarios para poder atender la demanda de los clientes.
Abejón destacó también que el objetivo es mantener y reforzar el compromiso con las normas de seguridad y medioambientales que rigen la certificación ISO 14001, afrontando nuevos retos y contribuyendo a mantener el crédito de las bases de contenedores en el futuro.
Política medioambiental
Por su parte, Arantxa Ibars, responsable de Calidad y Medio Ambiente del grupo explicó que esta certificación es una prueba clara de la política de SDS y Transbase Soler, que confían en el desarrollo de su actividad e instalaciones de manera compatible con el respeto por el medio.
Según Ibars, la certificación permite y agiliza la revisión, planificación y mejora de los procesos: “Cada persona - añadió- tiene claros cuáles son sus deberes en relación con el Medio Ambiente. Supone además una apuesta por la cultura de la seguridad y el desarrollo sostenido”. En este sentido, Arantxa Ibars explicó que el objetivo es reducir en el plazo de cuatro años los residuos que conlleva su actividad. Por ejemplo, los que provienen de plásticos y envases contaminantes se quieren reducir un 15% y un 4% los que provienen de material impregnado en aceites, gas-oil y grasa. “Realizamos también un seguimiento de los residuos generados y los costes de su gestión para verificar el cumplimiento de los objetivos. El 97% de estos residuos se generan en el proceso de limpieza y suponen un coste de 14.000 euros”, continuó Arantxa Ibars. “Cada contenedor - concluyó - genera unos ocho kilos de residuos como media, mientras que en Europa la media es de un kilo por contenedor”.
Por su parte, Alfredo Soler, responsable de Operaciones del grupo, explicó que el objetivo es que este tipo de actuaciones sean en un futuro no un valor añadido sino una exigencia: “La satisfacción del cliente es para nosotros fundamental, pero tenemos además dos clientes de vital importancia: el entorno y la sociedad. Desde el momento en que el puerto inicia el imparable desarrollo se han buscado soluciones conjuntas, que favorezcan el desarrollo empresas sin perjudicar el desarrollo de la sociedad y la ciudad”. “Somos pioneros en cambiar la imagen de los depots de contenedores - continuó Alfredo Soler - y hemos mostrado especial preocupación por los temas de seguridad, asumiendo que esto forma parte del reto de futuro”.
Colaborador
Finalmente, anunció que una de las iniciativas que se van a desarrollar en breve es ser colaboradores de la Administración en el cumplimiento del convenio para la seguridad de los contenedores, al que se sumó España en 1994 y que protege, en definitiva, la seguridad de las personas. “El fin es hacer posible un puerto en armonía y trabajar para ello codo con codo con el Ayuntamiento, la Consellería y la Autoridad Portuariad de Valencia. Queremos participar en todos los foros de debate que tengan como motivo el contenedor, porque estamos convencidos de que con la colaboración de todos es posible el desarrollo sostenido”.
Finalmente, el director de Calidad y Educación Ambiental, Jorge Lamparero, aseguró que la Comunidad Valenciana está muy bien posicionada en cuanto a certificaciones en materia medioambiental. De hecho, el 20% de toda España tienen su origen en esta comunidad. “Los títulos y certificaciones tienen que venir amparados por contenidos y, sobre todo, por el compromiso de las empresas, con una clase empresarial, como la hoy presente, que cree en su entorno”, concluyó.