Son en total más de 43.000 metros cuadrados y 45.000 huecos pallet ubicados en 6 plataformas de Valencia, Onteniente, Madrid y Barcelona, desde donde el año pasado se movieron alrededor de 8,5 millones de bultos, con una facturación global de 6,5 millones de euros. El transitario español se hace cargo de los 46 trabajadores que hoy se dedican a esta actividad, además de la gestión de los almacenes y del fondo de comercio correspondiente.
La operación busca satisfacer las expectativas de los clientes brindándoles una única solución comercial y operativa a toda su cadena logística, así como conseguir el máximo crecimiento a través de la ganancia en capacidad operativa. En definitiva, mejorar y ampliar los servicios de logística de almacén, en la línea de lo que ya se venía haciendo en varios de los países en los que la multinacional española está implantada, como México, Portugal y Argelia.
TIBA buscará además seguir creciendo en logística, abriendo nuevas plataformas multicliente, principalmente en Madrid y Barcelona, además de desarrollando el contract logistics a partir de 2018.
Apuesta por el futuro de Docks
La lógica empresarial de la operación busca también que Docks gane foco. Al hacer que se centre en adelante en el segmento de “servicios al sector logístico”, y no tanto en el destinatario final, podrá ofrecer mejor calidad a sus clientes, dirigiendo sus inversiones a dicho segmento.
El Grupo Romeu, del que forman parte tanto TIBA como Docks, apuesta firmemente por el futuro de una compañía que se constituyó en 1916, y que a lo largo de los años, y en particular desde que la adquirió en 1996, ha evolucionado, crecido y expandido por toda España. Ha pasado, de tener como objeto de negocio único los originales almacenes portuarios, a incluir actividades como el transporte y depósito de contenedores y la gestión de puestos de inspección fronteriza (PIF), y disponer de una Licencia Comunitaria para el Transporte Internacional.
En los últimos dos años, DOCKS ha estado desarrollando un proyecto de ampliación y modernización de su flota de transporte, que ha incluido entre otros aspectos la compra de varias tractoras con sus correspondientes semirremolques para reefers (es decir, equipados con un motor refrigerador para el transporte de productos sensibles a la temperatura). En total son ya más de un centenar de vehículos, entre flota propia y colaboradores, con los que cuenta esta división de la compañía.
Las mejoras tecnológicas introducidas permiten así mismo a DOCKS ofrecer rutas y una conducción más eficiente, ahorrar costes, mejorar el control y la información al cliente –mediante la integración de un sistema de geolocalización-, y disminuir el impacto medioambiental –a través de un mejor conocimiento de la huella de carbono-.
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