El presidente de la Autoridad Portuaria de Tarragona, Josep Maria Cruset, presentó ayer los datos de la actividad del ejercicio 2018 del recinto catalán que ha cerrado con un total de 32,4 millones de toneladas y con unos ingresos de 56,5 millones de euros.

Josep Maria Cruset, durante la presentación de los resultados

Estos datos según Cruset se traducen en “un año de consolidación para el puerto de Tarragona”, después de la cifra récord del año 2017 que alcanzó los 34 millones de toneladas.

“Hemos aprovechado los excepcionales resultados del 2017 para consolidar los tráficos y su diversificación en el 2018”.

La bajada coyuntural de algunos tráficos específicos se ha visto compensada por la diversificación con el buen comportamiento de tráficos como los cereales y piensos que han superado la barrera del cinco millones de toneladas, frutas, hortalizas y legumbres, productos siderúrgicos, la pasta de papel, la sal común o el asfalto, entre otros.

Este 2018 también se cierra como un año en el que el puerto de Tarragona ha hecho el gran salto como puerto de cruceros con 57 cruceros y casi 100.000 cruceristas.

Inversión
Durante el encuentro se presentó la inversión en proyectos previstos para este 2019 con 25 millones de euros, la inversión más alta en los últimos seis años. Cruset aseguró que “este 2019 será un año de ejecución de las nuevas infraestructuras para el nuevo crecimiento físico del puerto de Tarragona”.

Las inversiones más destacadas para este año son la primera fase de las obras de la terminal intermodal Puerto Centro con un presupuesto de 1.950.000 de euros; la fase de cruceros del muelle de las Islas Baleares con una inversión de 1.000.000 de euros por este ejercicio 2019 (total del proyecto de 25.000.000 de euros), el proyecto de restauración Xarxa Natura 2000, la accesibilidad a la ZAL con 300.000 euros de los 9.000.000 que supone el proyecto global y el edificio de formación al Muelle de Rioja con 1.200.000 de euros.

Durante 2019 también se iniciará la rehabilitación del antiguo edificio de oficinas de la APT destinando 2.500.000 de euros de los cinco millones que suponen todo el proyecto de rehabilitación.

A su vez se hizo referencia a la digitalización del sistema de entregas de productos agroalimentarios que se pondrá en marcha en un año y que mejorará la operativa logística en este sector reduciendo el tiempo de espera de los transportistas.

También se repasó los proyectos realizados durante el 2018 destacando el rack y urbanización del muelle de la química, la campa de vehículos de la futura ZAL, la adquisición de terrenos para la terminal intermodal Puerto Centro, la pasarela y el paseo marítimo entre otros. En este apartado, Cruset destacó que “las inversiones de los últimos años, con las planificadas para el 2019 y 2020, nos hacen más competitivos”.

Resultados
En el apartado de resultados económicos la Autoridad Portuaria de Tarragona ha cerrado el ejercicio 2018 con unos ingresos de 56,5 millones de euros, que aunque suponga una bajada respecto al año anterior es una cifra muy superior a los ejercicios anteriores de 2016 (52,3 millones de euros) o 2015 (51,8 millones de euros).

El resultado de explotación es de 8,7 millones de euros y el EBITDA se sitúa alrededor de los 31,4 millones de euros. El cash flow en el 2018 es de 29,9 millones de euros y el endeudamiento se ha reducido a 54,7 millones de euros.

Asimismo, Cruset puso de manifiesto que el puerto de Tarragona ha reforzado la capacidad de atracción de grandes eventos en el territorio y así se pone de manifiesto con los actos que se celebrarán en el puerto de Tarragona cómo son Platts Mediterranean Downstream Conference, el encuentro sectorial más importante internacional en la que se dan cita las principales compañías petroquímicas del mundo; PPI Transporte Simposium, acontecimiento del papel y de la pasta de papel más relevante del mundo con más de 800 participantes y que se celebrará por primera vez en el estado español o el Hub day, acto organizado por la APT y que se ha consolidado como el encuentro del sector petroquímico del sur de Europa para fomentar el Mediterráneo como plataforma logística sostenible.