El estudio citado en el articulo anterior, demuestra que en el sector industrial los Costes Generales de Fabricación representan por termino medio un 35% de los Costes de producción, cabe destacar que en la industria japonesas estos costes suponen alrededor del 25%.

Los Costes Generales de una empresa se escinden en Costes Generales del Período (CGPE) y Costes Generales de Fabricación (CGF). Los primeros están formados por costes relacionados con las funciones administrativas y comerciales. Los segundos son los que tienen relación con el proceso productivo. Estos últimos, vienen definidos como aquellos costes de producción que no son ni Costes de Personal Directo (CPD) ni Materiales Directos (MD), es decir que están formados por el resto de costes que necesita consumir la empresa para llevar a cabo su proceso productivo.

La totalidad de estos gastos dentro del ámbito de los costes se describen como costes visibles del producto (MD y CPD) y costes generales atendiendo a la clasificación aludida anteriormente de CGF y CG del período.

La totalidad de los costes generales de fabricación, entran a formar parte de las siguientes cinco partidas mostradas en la Tabla 1.

En un estudio realizado sobre cuatro grandes empresas de fabricación de productos electrónicos los costes anteriores suponían la distribución siguiente:

Costes generales vinculados con el aprovisionamiento: 33%
Costes generales y administrativos: 20%
Costes generales del inmovilizado y servicios auxiliares: 20%
Costes generales de ingeniería: 15%
Costes generales de la mano de obra indirecta: 12%

Una política estratégica de costes lleva a controlar los Costes Generales de Fabricación, para lo cual hace falta examinar la relación de estos costes con los elementos que los generan. La contabilidad de costes se ha dedicado tradicionalmente a analizar su distribución entre la producción obtenida y a prestado poca atención a explicar las actividades que producían dichos costes. Esta distribución de los CGF, aunque desde un punto de vista teórico se ha defendido repartirlos entre distintas unidades de actividad, la casi totalidad de la practica empresarial los ha distribuido a las unidades producidas en función de los costes u horas de la mano de obra directa aunque ni las unidades producidas ni la mano de obra están muchas veces detrás de los CGF como elementos generadores de los mismos.