El octavo edificio más alto de Madrid, la Torre Windsor, desapareció el pasado domingo, pasto de un espectacular incendio, provocado, a priori, por un cortocircuito.

Se ha tratado del mayor incendio en la historia de la capital de España, según aseguró su alcalde. Este edificio llevaba en obras 1 año para aumentar unas plantas su actual altura (106 metros). La mayor parte de sus plantas -20 de las 25 dedicas a oficinas- estaban alquiladas por la Auditora Deloitte y otras dos por el Bufete Garrigues. Desafortunadamente, la firma Deloitte también tenía oficinas en las desaparecidas Torres General de Nueva York. Un desastre este último que tuvo un coste aproximado para las compañías de seguros de 6 billones de las antiguas pesetas.

El “reojo” de las aseguradoras
Este enorme incendio (y van 22 grandes incendios en Madrid desde 1983) da lugar a numerosas reflexiones. En primer lugar, sobre su origen, si es casualidad o no que se produjera la madrugada de un domingo con las instalaciones vacías. En segundo lugar, sobre el cumplimiento de su Plan de Prevención de Riesgos Laborales, ya que se encontraba en obras desde hace 1 año. En tercer lugar, sobre el tipo de póliza de seguros multirriesgo, si cubrirá o no los daños de este incendio en la Torre Windsor. ¿Se imagina el desastre humano de haber ocurrido la catástrofe con los oficinas llenas de empleados y la calle repleta de peatones, como es habitual en esta zona céntrica de Madrid?. Se calcula que en la Torre Windsor trabajaban 1.000 profesionales.

Vistos los inquilinos de dicho edificio es de presumir que las negociaciones con las compañías de seguros llegarán a un buen entendimiento, tarde o temprano. Esperemos que no ocurra como en las Torres Gemelas, aseguradas por una prima total de 3.500 millones de dólares con 12 compañías diferentes. El promotor inmobiliario local, Larry Silverstein, reclamó un doble pago alegando que el ataque terrorista fue de dos aviones distintos. Sin embargo, las aseguradoras concluyeron: “Las dos colisiones del 11-S contra las torres del World Trade Center de Nueva York fueron parte de un único, continuado y planeado ataque terrorista”.

Esta es la definición de “reojo asegurador”, es decir, cuando sufres el accidente que te cubre cualquier póliza de seguros, el perito siempre te mirará de reojo, siempre. Por fortuna, el lógico pleito entre ambas partes del 11-S parece que puede darle la razón al promotor inmobiliario que podría llevarse una indemnización complementaria de 1.100 millones de dólares.

Es imposible trasladar sucesos como el de la Torre Windsor a la oficina de cada uno de nosotros, pero no es baladí. Según la patronal aseguradora, UNESPA, la póliza para cubrir los riesgos adscritos a una instalación laboral se denomina: Póliza Multirriesgo de Comercios. El 11-S se tradujo en una gran subida de este tipo de pólizas, entre un 30% y un 300%. Incluso algunas aseguradoras recortaron sus coberturas de riesgos. El incendio de la Torre Windsor será un referente sobre todo para cubrir los riesgos de grandes edificios de oficinas en cualquier punto de España. Si usted tiene oficina en un gran o mediano rascacielos los notará el próximo año. Si tiene su oficina en un edificio de pocas plantas sería interesante revisar las condiciones de su póliza de seguros. Personalmente, uno tiene la experiencia vital de que las compañías de seguros en lugar de cubrir riesgos, cubren sus bolsillos constantemente, a través de sus grandes profesionales, los peritos. Unos señores llegados de otro planeta que ven en los accidentes, daños ocultos, desperfectos del pasado u otras disfunciones, perfectamente válidas para invalidar la cobertura del seguro en cuestión.

Póliza Multirriesgo de Comercios
La patronal aseguradora define así la Póliza Multirriesgo de Comercios: Por regla general se consideran asegurables todo tipo de comercios que se dediquen a la venta de productos de consumo, así como a oficinas, despachos y consultas médicas. Sin embargo, en el multirriesgo de comercios resulta de vital importancia saber con exactitud cuál es la actividad a la que se dedican, pues en función de ésta tendrán una mayor exposición a unos riesgos u otros. Es decir, hay negocios que presentan una alta siniestralidad en robos como por ejemplo los estancos, las joyerías, las peleterías o las tiendas de antigüedades y electrodomésticos de la línea marrón. Otras, como las que se dedican a la venta de productos plásticos, agravan su riesgo de incendio. La póliza del multirriesgo de comercio se adaptará a la línea de negocio realizada.

El alcance de las garantías, tanto básicas como opcionales, es similar al indicado para otros multirriesgos. Sin embargo, el multirriesgo de comercios presenta unas garantías concretas ofrecidas para este tipo de seguro. Una de éstas es la cobertura de desalojo forzoso. Abarca los desembolsos económicos que se le originen al asegurado por desalojo temporal de su local o comercio a causa de un acontecimiento cubierto por el contrato.Otras de las garantías específicas de este seguro es la que asume los pagos de gastos fijos, que deben mantenerse después de ocasionados unos daños cubiertos por el contrato. Son gastos fijos todos aquéllos que de manera habitual y permanente tiene el asegurado en la actividad normal de su negocio (nóminas, seguros sociales, aguas, gas, electricidad, etc.). En el seguro multirriesgo de comercios la garantía de robo y atraco adquiere una gran relevancia. Las coberturas alcanzan la apropiación del dinero en efectivo así como los daños y desperfectos ocasionados por dicho robo.

Si el robo fuese consecuencia de no adoptar las medidas de seguridad y protección declaradas en la solicitud del seguro, la cobertura no se haría efectiva.

En este seguro, la garantía de responsabilidad civil cubre el pago de las reclamaciones, si el asegurado resulta civilmente responsable, como consecuencia de daños personales que él mismo, o quienes de él dependan en el comercio, causen a terceras personas o a bienes de terceros de forma accidental e imprevista.

Para el multirriesgo de comercio, tienen la condición de personas aseguradas, el asegurado
(por sus actos propios) y sus empleados (por sus actos en jornada laboral).

La garantía de responsabilidad civil consta de tres modalidades de cobertura. La primera, la de explotación, suele ser básica o de obligada contratación, las otras dos, la responsabilidad civil patronal y la de productos, son opcionales.

La responsabilidad civil patronal comprende la responsabilidad civil del asegurado por los daños personales sufridos por sus empleados en el ámbito de la actividad laboral.

El objeto de la responsabilidad civil de productos es cubrir la responsabilidad civil del asegurado por los daños y perjuicios causados a los consumidores o usuarios de los productos por él distribuidos, ocurridos después de la entrega o consumo de éstos.

Por lo que respecta a los equipos técnicos, serán objeto de cobertura los ordenadores de cualquier tipo y las fotocopiadoras, cajas registradoras, empaquetadoras y máquinas de escribir, entre otras, según lo expresamente incluido en la póliza.

Además de todas estas garantías, se pueden ir sumando a la póliza otras nuevas en función del tipo de negocio y de las necesidades de cobertura que acarree.

Eso sí, el valor de los bienes a garantizar deberá corresponderse con la valoración más exacta posible del mobiliario, las mercancías, las instalaciones y la decoración. También se incluye en esta valoración los honorarios de profesionales, la mano de obra y los materiales a utilizar.

Esta es la definición oficial, el estándar, compruebe si su compañía de seguros lo cumple o no.

Una operación aburrida ahora que le salvará de sorpresas desagradables en momentos de desastres.

Nuevos Rascacielos en Madrid
El incendio de la Torre Windsor será un referente para las compañías aseguradoras, sobre todo para los futuros rascacielos de Madrid con alturas de 250 metros. Los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid albergarán cuatro torres, de entre 220 y 250 metros de altura, que rebasarán los aproximadamente 230 metros de Torrespaña, hasta ahora la edificación más alta de la capital. La Torre Repsol, futura sede corporativa de la petrolera, y la Torre Cristal, que se dedicará a oficinas, serán los edificios más altos de Madrid, con unos 250 metros, en tanto que Torre Espacio -también dedicado a oficinas- y el Rascacielos Sacyr -un hotel ocupará buena parte de sus plantas- superarán los 230 metros. ¿Se imagina cuánto pueda costar una Póliza Multirriesgo de Comercio en cada uno de estos edificios?.