Veintepies :: El discreto encanto de la mediocridad

OPINION

  Conectar  
|
  Registro  
Veintepies : Opinión
      

El discreto encanto de la mediocridad
Juan Esquembre, 14/10/2004

Uno va cumpliendo años, y cada nueve de octubre aparecen en los distintos medios de comunicación, como el Guadiana, una serie de declaraciones que adornan la celebración de la fiesta nacional del país virtual que hemos dado en llamar Comunidad Valenciana.

Comenzaron hace poco más de veinticinco años al grito de libertad, amnistía y Estatuto de Autonomía, y cuando se consiguieron esas tres reivindicaciones fundamentales entramos en la indefinición, en las luchas tribales, en el agravio comparativo y la lamentación como argumento político, y a estar más pendientes de la supuesta sombra que nos puedan hacer los demás que a trabajar para brillar con luz propia.

Con alguna más que notable excepción, nuestras elites políticas y nuestras elites empresariales se han movido con cierta comodidad utilizando con habilidad una serie de fantasmas que han polarizado a la ciudadanía con opciones tan infantiles como excluyentes.

Oír a estas alturas que el puerto de Valencia ha sabido consolidarse como la puerta marítima del centro de España o que para Cataluña hubiera sido más interesante que el ferrocarril de alta velocidad pasara por Valencia y el corredor Mediterráneo que por Zaragoza y los Monegros no deja de ser paradójico.

Ya en la década de los ochenta, siendo presidente de la Cámara de Comercio de Valencia José Maria Simó Nogués y, sobre todo luego, con Enrique Silla Criado, se pudo optar por fortalecer el tan manido corredor trazando las vías uniendo Madrid, Cuenca, Valencia, Castellón, Tarragona con Barcelona y viceversa. En aquel momento, nuestros vecinos del norte ya mostraron su enorme interés por ello.

No será precisamente fruto de la casualidad que tanto Simó, ya fallecido, como Silla acabaran de manera no muy ortodoxa al frente de la Institución Cameral.

Escuchar o leer este año, con motivo de nuestra Diada, que los valencianos no somos más que nadie pero menos tampoco, no deja de ser una explicación comprensible destinada a los párvulos cuando se les quiere trasladar la esencia de los derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución.

Hoy están en juego la competitividad de nuestras empresas en los sectores industriales tradicionales, la ordenación y vertebración del territorio, las infraestructuras que nos acerquen a la Europa Comunitaria hacia la que secularmente hemos tenido vocación, las condiciones estratégicas de receptibilidad para las nuevas inversiones en sectores económicos no tradicionales, el rediseño del modelo turístico tanto en la costa como en el interior, y otro buen numero de problemas de cuya acertada solución depende nuestro bienestar.

Me preguntaba yo estos días qué hacen el resto del año muchos de los que durante cinco lustros han venido haciendo reivindicaciones para la Región, País o Comunidad Valenciana coincidiendo con el nueve de octubre.

Hace dos semanas visite la casa de Pablo Neruda en Isla Negra.En el año del centenario de su nacimiento, su poesía y alguno de sus pensamientos no dejan de tener enorme actualidad.

Traigo aquí unas palabras suyas que ya me gustaría pudieran también hacerse realidad en la Comunidad Valenciana: "Antes pasábamos desapercibidos. Nos hemos transformado para el mundo en un País que existe".


pic

 

Back to topVolver arriba