Hace unos meses todos nos alegramos. Era concedida a Valencia la organización de la Copa América 2007 y se conseguía un hito que sin duda nadie cuestiona y que pondrá en el mapa mundial a Valencia, emulando posibles éxitos comparativos de unos Juegos Olímpicos o de una Exposición Universal, por lo tanto todo el mundo esperaba "ganar por goleada".

Hoy, siendo sinceros, Valencia está perdiendo el partido, hay quien dice que es por culpa del árbitro (gobierno), otros de las circunstancias, y otros de que algún malvado vecino del norte ha pagado primas a terceros para que pierda. Muy pocos dicen que las cosas no se han hecho bien o que algún jugador no está jugando como debe.

No nos parece bien que se "pierdan" 250 millones de euros de los Fondos de Cohesión porque nadie solicitó en su día un proyecto concreto a "Entes Puertos del Estado" por lo que éste no pudo incluirlos en el paquete nacional que remitió a Bruselas. Tampoco nos parece bien que, olvidándonos del déficit 0, el Consorcio creado con motivo de la competición se "sorprenda" de que el Ministro Pedro Solbes les indique que no puede contribuir con un importe de 600 a 1.600 millones de euros para realizar las obras complementarias a la propia acción de la Copa América.

Que ciertas terminales o transportistas aprovechen la coyuntura para plantear reivindicaciones, apoyadas en huelgas constantes, obedece a la lógica de aprovechar la coyuntura. Sin embargo, no es una actitud inteligente a medio plazo y lo único conseguido hasta ahora es que algunas navieras hayan decidido buscar otras alternativas a la de operar en el Puerto de Valencia.

Falta de previsión
Durante estos días se han realizado muchos comentarios sobre el poco soporte que recibe Valencia para este objetivo, cuando en realidad ha ocurrido una falta de previsión en unos proyectos que han dado la imagen de que no han sido desarrollados ni preparados. También estos días se ha llegado a filtrar a la prensa comentarios tan absurdos como que Barcelona había solicitado la sustitución de Valencia para la Copa América porque no se realizarían las obras a tiempo y que seria un fracaso. Hasta el Presidente de la Generalitat de Catalunya tuvo que decir que no era verdad.

Creemos que tal como va el partido, después de encajado un penalti y fallado un gol cuando no había portero debe dejarse el victimismo en el vestuario, ya que el victimismo solo lo practican los que pierden. Hay que dejar de presentar los hechos al gran publico como si se tratara de un ataque a Valencia. Lo que no es en absoluto positivo para nadie, ya que provoca un descrédito ante la opinión internacional y a salir en la segunda parte a ganar el partido.

Desde el principio existía en Valencia un claro sentimiento de que la Copa América traería una gran revolución al Puerto en sus áreas de operaciones, terminales, cambios de ramales de ferrocarril, nuevos recrecimientos de los diques, cambios ante el nuevo canal de navegación, nuevos sistemas de seguridad implícitos al gran acontecimiento, etc. Y que las obras pondrían patas arriba todo el Puerto de Valencia durante bastante tiempo con un riesgo de perdida de competitividad temporal. Así como generar espacios, que aunque luego vayan a ser más lúdicos (para el ciudadano) o para la marina de grandes buques, no corresponden al objetivo de un puerto más industrial, por lo que ahora no debemos sorprendernos, ni mucho menos lamentarnos. Lo que debe hacerse para ganar el partido es entre todos acometer con seriedad el proyecto para lo cual debe definirse con todas sus consecuencias, no solo del entorno portuario, sino de todas las comunicaciones e instalaciones vinculadas al mismo.

Por Luis E. Doménech