¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo queremos que sea nuestro negocio en un futuro?
Estas dos sencillas cuestiones son las que pueden definir la "visión "que todo empresario tiene en mente para poder navegar con su proyecto empresarial por la realidad del libre mercado que se mece por las grandes mareas de la máxima competitividad en busca del puerto de la rentabilidad económica.

Este poder de anticipación, dota a la empresa que lo ostente, de una mayor flexibilidad y conocimientos para poder superar los obstáculos que se planteen, y una mayor adaptación al entorno para convertir este futuro en realidad.

Históricamente el empresario visionario del Camp de Morvedre, que va desde el pequeño emprendedor que vende y suministra componentes eléctricos, hasta la empresa pionera en montaje y calderería industrial, se ha encontrado aislado y recogido en sus planteamientos empresariales concentrados en su quehacer diario: ingresos, gastos, tesorería, cuenta de resultados… y esperar poder crecer poco a poco mediante una fuerza laboral adecuada y cualificada.

El hilo conductor de la creación de la empresa fue el "olfato" para los negocios y su buen hacer. (Ejemplos, de ellos abundan a nuestro alrededor, como PROFILTEK, SALONES MAR BLAU, GRUPO SAMPER, OLEOHIDRÁULICA LEJ, GRUPO ACTIVA, SEMANCOIN, GRUPO GUTIERREZ MULLOR, GRUPO QUESADA JARA, entre otros) que establecieron los pilares para el inicio de la organización.

Hoy en día, las exigencias del mercado tan competitivo que nos envuelve y las exigencias en calidad de servicio y/o producto, medioambiente, gestión de recursos humanos y responsabilidad social, nos obligan, no sólo a realizar una revisión de nuestra visión del negocio, si no que se plantea la necesidad de evaluar y mejorar los procedimientos y mecanismos de gestión que hemos estado utilizando.

Poco a poco el benmarching (la transferencia de buenas prácticas) está emergiendo en nuestro tejido empresarial. Gracias a él, están apareciendo y compartiendo entre los empresarios de todos los sectores englobados en ASECAM instrumentos novedosos de gestión, aportando soluciones que derivan en un incremento de la rentabilidad mediante el abaratamiento de costes y la mejora continua que redunda en un aumento de la contratación laboral.

Los clientes son duros y cada vez tienen un nivel de exigencia que el empresario del Camp de Morvedre está asumiendo con gran esfuerzo y dedicación personal. La capacidad de adaptación de nuestras empresas demanda una combinación de esfuerzos ante tal exigencia diaria.

Por ello, desde ASECAM, se está trabajando en esta línea para implantar en nuestra realidad empresarial una doble tipología de cluster socio-económico:
1) Intra: A nivel Comarcal.

- Se recogen y solventan las problemáticas diarias (gestión de impagados, tasas, costes fijos, formación de la plantilla) del empresariado posibilitando un intercambio de buenas prácticas y una intermediación con el resto de organismos públicos y privados de los que depende en buena medida el proceso para alcanzar una solución.

Además, es necesario establecer una estrategia, junto al resto de agentes sociales y administración pública, para vertebrar el desarrollo económico-social de nuestra comarca.
2) Inter: A nivel de Comunidad, Nacional, Internacional.

- El tejido empresarial del Camp de Morvedre, dentro de esa visión que describíamos anteriormente, tiene una oportunidad de convertirse en polo estratégico de desarrollo económico y social de la Comunidad Valenciana y por extensión a nivel nacional e internacional por su enclave estratégico en el arco mediterráneo.

- Para ello, debemos compartir un escenario futuro donde nuestra comarca a nivel empresarial tenga un peso específico en las decisiones que se están tomando en la actualidad y que desde el periodo de AHM no poseíamos.

En la actualidad, nos enfrentamos a una nueva reforma laboral que marcará las próximas relaciones entre empresa y trabajadores a nivel nacional. Por nuestra parte, queremos animar a buscar en las diferentes negociaciones que se van abrir en nuestro contexto local, un consenso que nos lleve a un aumento de la productividad laboral aportando empleo de calidad. Por otro lado, la globalización de los mercados queremos enfrentarla, junto al resto de entidades socio-políticas, con iniciativas locales que logren una mayor eficacia de la PYME comarcal apoyándonos en la innovación (I+D+I), mejora de las infraestructuras agrarias, comercio electrónico, gestión de recursos humanos con especial fuerza en la formación cualificada en base a perfiles competenciales adecuados a nuestros procesos productivos, desarrollo de un modelo de dinamización turística y la defensa de un espacio empresarial para defender nuestros productos y/o servicios ante la entrada de nuevos competidores. Competidores que están llamando a nuestra puerta y que, con las medidas adecuadas y la capacidad de adaptación de nuestros empresarios, se pueden transformar en oportunidades de negocio.

Finalmente, desde ASECAM compartimos los tres objetivos del último informe de la Comisión Europea al Consejo Europeo, y que pensamos que es extensible al Camp de Morvedre como realidad y futuro motor de desarrollo socio-económico de la Comunidad Valenciana.
A) Hacer de la Valenciana un lugar más atractivo para invertir y trabajar

B) Situar al conocimiento y la innovación como motores para el crecimiento de la productividad y de la economía.

C) Crear más y mejores empleos.