Al ser mi primer artículo en este periódico, qué mejor comienzo que encaminado a la promoción de una profesión tan poco considerada en el mundo marítimo, como es el abogado maritimista.

Al igual que un abogado laboralista está especializado en el derecho laboral y un abogado penalista en el derecho penal, y pudiendo desarrollar ambas especialidades jurídicas no lo hacen, con el objetivo de actuar con la mayor diligencia posible ante su clientes, mi pregunta es: ¿Por qué en el derecho marítimo, siendo una materia específica como la laboral o civil, no se tiene la misma diligencia a la hora de actuar?

Por muchos es conocida la práctica habitual de algunas empresas aseguradoras, las cuales cuando tienen un problema con alguna mercancía en la carga o descarga o el transcurso de un viaje, acuden a sus abogados de "empresa". Dichos abogados, a pesar de que puedan ser unas eminencias en sus materias y tengan unos currículos envidiables, no suelen serlo en derecho marítimo.

No se trata de menospreciar a estos compañeros, ni mucho menos, sino de otorgarle la importancia que realmente tiene a esta materia.

Entiendo que el mejor laboralista del país, por actuar de manera correcta con su cliente, no aceptaría un procedimiento penal sin tener la seguridad de saber que lo va a llevar de la mejor manera posible. Por lo tanto, entiendo también que cuando aparecen litigios en los que las aseguradoras están inmersas y no utilizas las herramientas específicas para dichos procesos, no se puede asegurar que se está actuando con la mayor profesionalidad posible, ya que no están prestando a sus clientes la mejor cobertura posible.

La mencionada Ley 14/2014, de 24 de julio, de Navegación Marítima, es un paso más en la promoción de los abogados expertos en derecho marítimo, ya que tenemos unas normas propias con las que trabajar, una especie de “arma” que nos hace más fuertes a la hora de litigar a la vez que ayuda a que esta materia sea más específica.

Por último, dejar claro que entiendo que la era del Abogado Maritimista está aún en edad muy temprana, sobre todo en Alicante, pero espero que esto sirva como toque de atención y, sabiendo que en el mundo en el que nos movemos nos lleva cada día a la especificación de las materias, es un buen momento para empezar a delegar los conflictos del mar a aquellos que entienden y han estudiado sus normas.

Julio Esteve García
Abogado Maritimista
www.dyeasesores.es