La aplicación de la nueva Ley de Régimen Económico yde Prestación de los Puertos de Interés General, que entrará en vigor en su Capítulo I el próximo 1 de enero ayudará a clarificar la competencia entre los puertos de interés general.

Muchos puertos, o más concretamente las comunidades portuarias de muchos puertos, principalmente los pequeños o medianos, están expectantes ante la entrada en vigor de la nueva ley, sobre todo por lo que se refiere a la hora de aplicar las nuevas tasas y tarifas portuarias, ya que para su confección por parte de las Autoridades Portuarias tienen que tener en cuenta una serie de conceptos para fijar su cuantía.

El escalonado de coeficientes que se pueden aplicar, en función del volumen de tráfico, número de escalas y tipos de mercancías, puede variar la estructura y cuantía que se aplican en la actualidad en los puertos, variando también la competitividad de unos puertos sobre otros.

Esta ley tiene incidencia principalmente en las tarifas generales, donde las Autoridades Portuarias aplican un porcentaje de sus gastos generales. La elaboración de esta tarifa puede ayudar a establecer diferencias entre autoridads portuarias, ya que las que tengan más controlados y reducidos sus gastos podrán establecer unas tarifas más económicas.

Está claro que en la actualidad los puertos pequeños o medianos tienen menor capacidad de competir que lso mayores, ya que al ser menores sus volúmenes de tráfico y los porcentajes de reducción de tarifas también disminuyen.

Ahora, además de los coeficientes por volumen de tráfico para las tasas al buque o la mercancía, también hay que determinar otros gastos o tarifas, en lo que hay que tener en cuenta los gastos estructurales y de gestión y la rentabilidad de las infraestructuras portuarias.

Con este panorama por delante, está claro, como decía Ángel Pérez Maura, presidente de ANESCO, en la entrevista que Valencia Marítima realizó hace algunas semanas, que habrá que esperar a ver cómo elabora cada Autoridad Portuaria sus tarifas para ver si el nuevo sistema es mejor o pero y no, como decíamos en la citada entrewvista, por deducción propia, disminuía el nivel de competitividad de los puertos.

En este contexto, sólo queda esperar al día 31 de enero para conocer las tarifas y tasas de cada Autoridad Portuaria y cómo las aplica en su facturación.

En estos momentos todos los puertos están haciendo simulaciones para ver como van a
quedar las tarifas a partir del día 1 qué influencia va a tener en su cuenta de resultados, con el fin de evitar cualquier variación sobre los resultados obtenidos hasta la fecha.

En los contactos mantenidos hasta el momento, casi todos los puertos mantienen su nivel de ingresos en lo que se refiere a las tasas al buque y la mercancía. Si bien en la primera parece ser que hay un pequeño incremento para la mercancía se produce una reducción. De esta forma, y de ser así, habrá que esperar a ver cuál es la reacción de las navieras si ven que se les incrementan los costes de la escala del buque. Pueden optar por la queja o reclamación o repercutir el posible incremento en los fletes, ya que al final es la mercancía o el consumidor de la misma quien absorbe todos los gastos que se ocasionan desde origen a destino, aunque cada parte afectada discuta la parte que le concierne.