El puerto de Valencia ha sido el único del sistema portuario español que ha permanecido paralizado 25 horas a causa de las huelgas convocadas por Coordinadora de Trabajadores del Mar, por un lado, y UGT y CC.OO. por el otro, ante la posible aprobación de la Directiva Europea sobre acceso al mercado de los servicios portuarios.

La convocatoria de Coordinadora debería haber afectado a la primera hora de cada jornada, lo que suponía un paro de cuatro horas en total. La de UGT afectaba a dos días o al equivalente a 48 horas, aunque finalmente quedó en 24 horas. Además de estas diferencias de criterio para protestas ante la citada Directiva, tampoco coincidían en su inicio. Mientras que el primer sindicato quería iniciar los paros a las 02,00 horas del día 17, los segundos convocaban la huelga para las 08,00 horas. El resultado todos lo conocen: la primera hora de la jornada , denominada supernocturna, de 02,00 a 08,00, quedaron paralizadas las operaciones por parte de Coordinadora y a partir de las 08,00 horas fueron paralizadas por UGT y CC.OO. A este último paro también se sumaron los trabajadores de Coordinadora, ya que todos los contratados en estas jornadas se presentaron en sus puestos de trabajo y se marcharon a continuación.

Esta actitud de los trabajadores afiliados a Coordinadora, que deberían haber trabajado las siguientes cinco horas de cada jornada, como respaldo a las medidas de protesta acordadas por su sindicato, ha motivado que se haya producido la primera víctima política, si así se puede denominar, con la dimisión de Victor García, que se ha visto abandonado por sus propios afiliados. Estoy de acuerdo con la decisión de este profesional de la estiba, que en enero salió elegido en las elecciones sindicales de su organización con el número uno y consiguió obtener la mayoría absoluta en las elecciones al Comité de Empresa, de ahí su nombramiento como presidente del Comité de Empresa.

Con el aval de los resultados, Victor ha estado cuestionado más de una vez, con el resto de miembros del Comité de Coordinadora, pese al enorme esfuerzo y trabajo realizados en beneficio del colectivo. La puntilla para tomar esta decisión la ha puesto la falta de apoyo de sus propios compañeros del sindicato, al no respetar los términos de la convocatoria de Coordinadora.