Hace ya varios años que en el puerto de Valencia se padece un problema de representatividad de los trabajadores portuarios a la hora de toma de decisiones para solucionar, aunque sea en parte, los problemas que surgen en la operativa portuaria.

Es legítimo que cada sindicato intente obtener la mayor representatividad posible de los trabajadores portuarios cuando se celebran las elecciones sindicales para la designar a los miembros o integrantes de los comités de empresa de las sociedades estatales. Estas mismas condiciones se reproducen a nivel estatal a la hora de obtener la representación para poder actuar como portavoces o negociadores entre las administraciones del estado o de las entidades.

Todo esto es lícito y normal. El problema se produce cuando se establecen las plataformas negociadoras o se quiere llegar a acuerdos concretos con la otra parte y se adoptan posturas diferentes o no se aceptan las que propone la parte con mayor representación. Esto genera una situación de incertidumbre y de inseguridad entre todas las partes afectadas, que lleva a posturas reacias al establecimiento de nuevas negociaciones.

Cambiando el escenario, ya complicado en nuestro puertos, nos encontramos con una situación parecida ante las convocatorias de huelga anunciadas por las organizaciones sindicales europeas contra la aprobación de la Directiva Europea de Acceso al Mercado de Servicios Portuarios Marítimos. Por un lado está ITF, que aglutina a UGT y CC.OO., y por otro IDC, en el que está integrada Coordinadora. El primero ha convocado huelga de 48 horas para los días 17 y 18 de noviembre, mientras que el segundo ha anunciado paros de una hora en cada uno de los cuatro turnos. Es decir, la primera hora de cada jornada.

Ante esta diferencia de posturas o medidas de presión contra la citada Directiva Europea, que se espera que sea ratificada por el Parlamento Europeo el día 17 (aunque hay rumores de que se podría posponer hasta primeros de diciembre), los colectivos empresariales portuarios no saben que puede pasar estos dos días en la operativa del puerto.

La incertidumbre se produce por la diversidad de afiliación que se da por parte de los trabajadores portuarios en los diferentes sindicatos que hay en Valencia, aunque la mayoría pertenecen a Coordinadora.

Con este panorama para estos dos días, está claro que operar en el puerto será casi imposible, ya que los grupos de trabajo son plurales y los que no pertenezcan a Coordinadora no trabajarán, lo que hará muy difícil la operativa.

De todas formas, parece ser que a nivel nacional podría haber una reunión de los representantes sindicales para encontrar una solución que aproxime estas dos posturas y que reduzca sus efectos, amén de que se retrase la reunión del Parlamento Europeo, que supondría posponer la huelga.