Otros años por estas fechas ya se veían esos regueros de gente en dirección a la playa con sus changlas, sus sombrillas, sus sombreros y sus gafas de sol. Pues eso, este año parece que se va a acabar.

Y no me digan que no se les pone una mala leche cuando ven a esa gente en dirección a la playa pensando a su vez ¡¡De qué coño viviran estos que se van un martes a las 11 de la mañana a tomar el sol¡¡ ¡¡Qué pasa que no trabajan¡¡

De momento, eso este año se ha acabado, o al menos se ha retrasado porque entre las lluvias que parece que nunca terminan de acabar y las tormentas que siempre están amenazando.

Y por si fuera poco, ahora el vertido de fuel en la playa de la Malvarrosa. Creanme, no ha sido un buque, ni ningún barco, ha sido alguien que estaba harto de ver esa gente que parece que nunca trabaja y que se pasa el día tomando el sol con la única preocupación de si su tono de bronceado es ideal o todavía le falta un poco. El susodicho culpable del vertido pensó ¡¡Si yo no tengo playa, los demás tampoco¡¡

Pero tranquilos, que ese día en el que nosotros estemos trabajando y veamos a esa gente ir a la playa llegará. Y nos pondremos otra vez de mala leche, a no ser que seamos nosotros los que vayamos a la playa es día, que entonces sonreiremos...