Que nadie se preocupe. Por si alguien no había podido conciliar el sueño en los últimos días pensando en cómo iba a afectar la crisis mundial a la banca española, que descanse tranquilo, que ayer se desveló el misterio.

Los bancos españoles ganaron el pasado año la friolera de 18.877,4 millones de euros, un 19,82% más que en 2006. Es asombrosa la capacidad de este sector para, año tras año, obtener beneficios sea cual sea el panorama de la economía nacional e internacional. Sólo unos pocos son los elegidos a la hora de saber amoldarse a este mundo cambiante que nos ha tocado vivir, y parece que los bancos están llamados a perpetuarse, a cuenta de los suculentos beneficios que año tras año se embolsan.

Miguel Martín, presidente de la Asociación Española de Banca, afirmó ayer que el sistema bancario nacional es muy distinto al de Estados Unidos, con lo que no notará en demasía la crisis, y reconoció que estos resultados “nos permiten ver con tranquilidad el futuro”.

Esta frase no hace más que demostrar la diferente concepción de ‘futuro’ que puede tener un trabajador mileurista al que percibe un señor que preside una entidad que se embolsa cantidades mareantes de beneficios. Imaginamos desde estas líneas que el futuro del señor Martín y de los presidentes de los bancos españoles está lo suficientemente claro y despejado para aventurarse a hacer declaraciones como esta.

Sin embargo, el de los millones de hipotecados de este país tal vez cuente con algunos nubarrones. Gracias a los tipos de interés, comisiones o gastos de mantenimiento de cuentas o tarjetas de crédito (por no entrar en complicadas operaciones comerciales) que pagan los hipotecados, los grandes bancos consiguen sus beneficios. A la vista está que quien padece la crisis no son los que ganan casi 18.877,4 millones de euros en un año.

Chuflainas