No sé si nuestros lectores habrán disfrutado de la filmografía de los Hermanos Marx, pero me parece conveniente recordar una de sus películas menores que, a pesar de no tener el peso de “Una noche en la Ópera”, “Sopa de Ganso” o “Una tarde en las carreras”, es conveniente rememorar ahora. Me estos refiriendo a “El hotel de los líos”, donde Groucho Marx, uno de los grandes humoristas del siglo XX, pronunció aquella frase de “¿Pagar la cuenta?... ¡Que costumbre tan absurda!”.

Se estarán preguntando la razón por la que se saca ahora a colación esta gran frase. Hace poco el Banco de España publicaba un informe sobre la situación de la deuda de la Comunidad Valenciana, que establece un crecimiento de la misma por encima del 5% en 2007. Desde aquí cabría preguntarse si la visita de Francisco Camps, Rita Barberá y Alfonso Rus a Benedicto XVI responde a un interés desmedido por estrechar relaciones con el Vaticano o si, por el contrario, se esperaba una especie de obra divina para aliviar la situación de las arcas de la Comunidad Valenciana.

Y para colmo, nos encontramos con una denuncia del Defensor del Pueblo en la que se insta a los poderes públicos valencianos a mejorar la aplicación de la Ley de Dependencia en la Comunidad. Por debajo de la queja subyace una crítica velada a que no se están dedicando los fondos suficientes para que los ciudadanos dependientes gocen de las ayudas que les corresponden por ley.

Volviendo con Grouxo Marx, ¡hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero, pero cuestan tanto! Y más si es dinero público, porque esta situación no hace más que confirmar un problema que desde los últimos 12 años vienen padeciendo las arcas del Consell, y es el crecimiento aritmético de la deuda que, al final, acabaremos pagando todos. Cierto que todas las comunidades autónomas han visto crecer sus deudas, aunque ya saben: “Mal de muchos, consuelo de tontos”.