Esta semana han sacado a concurso por un importe de 10 millones de euros las obras de construcción de los boxes y la zona VIP del circuito urbano de Fórmula 1 que estarán situados en los tinglados 4 y 5 del Puerto de Valencia.

Pasamos de albergar barcos a coches, para luego ¿volver otra vez a los barcos? El frenesí que vive el puerto de Valencia en cuanto a actividades “extra oficiales” no tiene parangón en el mundo. No sé sabe cuál será la próxima ocurrencia de Camps o Rita, pero puede pasar de todo en los próximos años. Están desbocados, desenfrenados.

Con esa obsesión de organizar cosas para “lanzar” y situar la ciudad de Valencia en el mapa mundi cualquier cosa puede ocurrrir, y eso que todavía no está el Estadio Olímpico, prepárense para entonces.

De hecho, el circuito además de albergar una carrera de Fórmula 1 será protagonista en pruebas de las GP2 Series, la Fórmula BMW Europa y la Porsche Cup. Ya van por ahí intentando alquilar terrazas y demás, sin tan siquiera saber sí desde allí van a ver las carreras o sólo se van a quedar con el ruido de esos bólidos.

Ojalá vengan miles de personas a la ciudad durante esos días, y creo que así será, aunque podría pasar como cuando vino el papa Benedicto XVI que tanta gente nos dijeron que iba a venir que al final no vino ni Dios, o al menos a éste ni se le vio...