Unas 80.000 personas acudieron el otro día al concierto de “Héroes del Silencio” al circuito de Cheste. Muchas líneas se han escrito durante esta semana sobre el evento echándose la culpa unos y otros sobre las aglomeraciones producidas.

Pero lo que más llama la atención, y sobre lo que no se ha escrito casi nada, es que realicen un concierto en un circuito para motos y coches, cuando el próximo año celebraremos por todo lo alto (sobre todo la gente que trabaja en el puerto) la llegada de una carrera de Fórmula 1 por las calles de la ciudad.

Si hasta se juegan partidos de baloncesto en plazas de toros. Qué nos queda por ver, ¿una carrera de motos acuáticas por el Palau de les Arts? Igual lo de las inundaciones estaba previsto.

La sociedad moderna, sobre todo las grandes ciudades, están obsesionadas con las grandiosas y grandilocuentes construcciones, aunque en el momento de hacerlas no saben para qué se usará en el futuro. Da igual si cuesta más o menos, lo importante es el día de la inauguración y si sale mucho en la televisión.

Por ejemplo, Barcelona podría organizar en el futuro un campeonato del Mundo de Rallyes subterráneo por los numerosos túneles que hay en estos momentos por las vías del AVE.

Quién sabe, igual hasta les sacan partido a los socabones con excursiones para arqueólogos.

Si es que son capaces de reinvertarse Barcelona (tras la realizada en los Juegos Olímpicos y el Forum de las Culturas) para volver a situarse en el mapamundi...