La lectura edifica, aunque algunas es mejor obviarlas, a no ser que se pretenda pasar un buen rato de humor. Pasen y vean. Hay revistas que parecen escritas para la risa aunque estén pensadas para mejorar nuestra vida, y si no lo creen les ponemos un ejemplo. En una de éstas, nos encontramos con una especie de calendario para hacer que este mes sea mucho mejor que el anterior (¡Dónde va a parar!). Comenzamos el primer día comiendo fresas, porque sí; al siguiente, bocadillos de atún; y en esa misma semana tenemos que sacar el tiempo y los hijos, de donde sea, para hacer galletas que luego tiraremos porque engordan. Como ven nuestra vida no mejora pero sí es entretenida.

A la siguiente semana beberemos refrescos light, que así los venden; y pondremos un cactus en nuestro trabajo, como si no hubiese ya bastantes. A la tercera, nos tendremos que reír a carcajadas, comiendo flores con ensalada; la risa la de nuestros compañeros cuando vean el “taper” lleno de margaritas. Y para terminar, beberemos guaraná, que primero tendremos saber qué es y después encontrarlo, y nos damos a lo tonto me lo bailo un buen atracón de aceitunas contándonos con paciencia nuestros lunares. Qué, qué...!!

Volvemos a mirar bien, a ver si esto es de verdad. Lo es, porque la broma continúa cuando un poco más adelante, vemos colocadas en el lugar de los dioses unas “super” gafas de sol para matarse de la risa y de los sustos que daremos con ellas. Eso sí, no se necesita crema solar para la cara, y si tenemos imperfecciones, tampoco maquillaje, total no nos van a ver. Una pena lo que se han perdido hasta ahora los famosos a las salidas de los aeropuertos. Con esto puesto no los conoce ni su madre. Pantalones de cine que llegan hasta el nacimiento del pelo y de la boca y que deben de generar unos “rodalones” tremendos para lucir un buen moreno de albañil, que se completa con un buen andamiaje.

El andamio nos lo colocan unas páginas después, con unas “pedazo” sandalias llenas de tiras, que escuecen con solo verlas, y unos “taconacos” de vértigo. Que decimos nosotros que en la tienda las venderán con las tiritas incorporadas y un buen libro de prevención porque trabajar desde esa altura debe entrañar algún que otro riesgo.

Cómo ven con esta publicación se resuelven de un plumazo todos nuestros problemas cotidianos, porque tras caer de semejante altura poco nos importará nuestra hipoteca y estaremos dispuestos a comer flores y lo que haga falta.