Las empresas que basan su actividad en la reparación y depósito de contenedores desde hace varios años se encuentran en una situación de incertidumbre debido a la política municipal del Ayuntamiento de Valencia de trasladar las instalaciones que tenían en Nazaret.

Desde hace más de una década se sabe que las autoridades municipales tienen como objetivo liberar el barrio de Nazaret de toda actividad industrial. Esto supone que todos los depots y empresas de almacenaje u otras actividades ubicadas en esta zona y próximas a la Ciudad de las Artes y Las Ciencias, como el Camino de las Moreras o la calle Jesús Morante Borrás, tienen que trasladar sus instalaciones a otra parte.

Sin contar con el coste ecomómico, este traslado tiene su problemática, ya que hay empresas, como los depots de contenedores, que no se pueden desplazar muy lejos del puerto de Valencia, ya que su actividad se centra en este medio de transporte. De ahí que su ubicación en el barrio de Nazaret respondiera a una necesidad de proximidad al puerto para reducir los costes de traslado.

Esta actividad, desconocida en el entorno portuario hasta la mitad de los años setenta, se inicia en los talleres mecánicos que se dedican a la reparación de carrocerías y vehículos que estaban ubicados en el barrio de Nazaret. La demanda de espacio para colocar los contenedores motiva la ocupación de los terrenos colindantes. El desarrollo de este tráfico en el puerto provoca una mayor demanda de este tipo de servicios, que motiva la aparición de los depots de contenedores.

Con este escenario, que nadie preveía a priori, nos encontramos con una zona, la única próxima al puerto, ocupada por los contenedores, que responde a la necesidad del tráfico marítimo de contenedores y que con su desarrollo se convierte en una actividad que molesta a los vecinos del citado barrio.

Desde que se empiezan a producir estos descontentos entre los habitantes del barrio y el momento actual ya han pasado más de diez años sin que se haya encontrado una ubicación válida, no sólo para las empresas sino para los contenedores. En este sentido, todas las partes que intervienen en el tráfico de contenedores reconocen que los depots de contenedores no pueden estar alejados del puerto. La realidad es que con la competencia que existe en la actualidad en este tipo de tráfico, los costes de transporte o de traslado entre ambas instalaciones, de no estar próximas, no serían asumidas por la compañía naviera, con las consecuencias que ello supondría.

Por todo lo expuesto, aunque la primera responsabilidad es de las empresas de depots, que deberían haber buscado otra zona donde ubicarse, pero no es menos cierto que atañe a todos y se debía de haber asignado un área donde instalarse, al igual que ocurrido con la Zona de Actividades Logísticas.

Hace tres años se definió como posible ubicación por parte de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia el Parque Logístico que se va a construir en el término de Ribarroja-Quart de Poblet, pero este proyecto puede ser realidad en varios años, de ahí que en estos momentos hay depots sin una solución de continuidad. En ello ha influido de manera definitiva el retraso en la cosntrucción de este parque logístico, que debía haber estado operativo en el mes de marzo del pasado año.

Por todo esto, las autoridades y las partes implicadas deberían buscar una alternativa para las empresas afectadas, que no cuentan con un parque de contenedores en sus instalaciones que pertenece a diversas navieras que operan en el puerto y no pueden ver bloqueada su actividad por no disponer de equipo.