Hace dos semanas Javier Vidal mantuvo el primer contacto oficial con el presidente del Organismo Público Puertos del Estado (OPPE), Mariano Navas. El clima fue de colaboración y de interés mutuo por favorecer e impulsar unas negociaciones que desde ANESCO se consideran necesarias para que “las empresas estibadoras sepan a que normativa atenerse y actúen en consecuencia”.

La Ley de Puertos 48/2003 sigue en vigor, mientras que la nueva normativa que regulará las actividades en los recintos portuarios continúa parada en el Parlamento. En este contexto, la entrada o no en vigor de las APIE’s (Agrupación Portuaria de Interés Económico) y la posibilidad de que se esté incurriendo en una ilegalidad empieza a escucharse entre los foros del sector. Sin embargo, Vidal recuerda que las empresas cuentan con el 49% de las sociedades de estiba y son las Autoridades Portuarias las que tienen la mayoría, de manera que las empresas poco tienen que decir. “Hay sociedades que han hecho los deberes - añade el presidente de ANESCO- y han preparado los estatutos de acuerdo a la normativa, siguiendo la fórmula de la auditoría. De esta forma, en esos casos, una vez preparados los estatutos, es fácil poner en marcha las nuevas agrupaciones, siempre que sea ésta la voluntad de la autoridad portuaria que corresponda”.

Para Javier Vidal en este marco de negociación no hay puntos irreconciliables, pero sí muchos aspectos que se han visto retrasados por la paralización de la norma en el Parlamento: “Los dos (ANESCO y OPPE) entendemos que debemos ir juntos, pero lo cierto es que la norma se prorroga cada quince días y se han realizado ya muchas prórrogas.”. “Necesitamos un marco jurídico estable y para ello es necesario que trabajemos a favor del consenso a todos los niveles con el objetivo de conseguir una ley duradera en todos los sentidos. Necesitamos tener la certidumbre de que estamos trabajando bien”.

El otro gran foco de atención para ANESCO se encuentra en las negociaciones del IV Acuerdo
Marco de Estiba. “Cada puerto debe saber donde llegar para ser razonablemente competitivo”, asegura Vidal, quien ya tiene prevista una reunión en los próximo días con Antolín Goya, secretario general de Coordinadora de Trabajadores del Mar, sindicato mayoritario de la estiba española: “En ese encuentro podremos aclarar la situación global y aclarar los acuerdos a adoptar”. Sin embargo, reconoce que “lo que si distorsiona un poco son las guerras de guerrillas, con casos como Cartagena o Las Palmas que sí afectan un poco a la marcha normal de la estiba y de las negociaciones”.

Valencia
El nuevo presidente asegura que desde ANESCO existe un gran interés por solucionar los problemas de productividad del puerto de Valencia porque esto repercute en el buen funcionamiento del propio sistema portuario: “Es un error pensar que en otros puertos alguien se alegre de que Valencia o cualquier otro puerto no funcione. Hay que abogar por una competencia honesta”. En cuanto a la problemática de Valencia, Vidal asegura que “son problemas de toda la vida que también se han dado en otros puertos españoles y que no se pueden solucionar de la noche a la mañana. También otros países, como Italia, pasaron su via crucis y la única manera de resolverlo en con colaboración y eso lo tienen que saber las empresas y también los trabajadores porque un año de conflicto puede arruinar veinte años de paz”, señala. En general, considera que la situación de la estiba española es buena frente a sus competidores más directos: “Estamos en disposición de competir con otros puertos europeos y también en disponibilidad de competir por mejorar y para ello son necesarias tranquilidad y estabilidad”.

Javier Vidal asegura que estaba satisfecho con el rumbo que llevaba la asociación hasta la fecha y que consideró que alguien tenía que liderar el proyecto cuando Ángel Pérez Maura renunció a continuar al frente de la asociación: “El objetivo es que no haya ruptura y que no cambie el rumbo de ANESCO, aunque se que no son años cómodos. Confió plenamente en el diálogo, considero que hasta ahora las cosas se han hecho bien (he estado en las negociaciones del III Acuerdo Marco) y creo a pies juntillas en aquello de que hablando se entiende la gente. ANESCO no tiene como misión distorsionar, sino ayudar cuando y donde nos llamen”.