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Las Cámaras incorporarán la competitividad a la estrategia operativa de las empresas
Según las ponencias desarrolladas ayer en su Asamblea General, las Cámaras de Comercio trabajarán en el establecimiento de un entorno económico con primacía de la cultura empresarial y el desarrollo de acciones directas que provoquen impactos en el desarrollo equilibrado de los territorios
VM, 21/02/2007

La Cámaras de Comercio asumieron ayer el compromiso de incorporar el concepto de competitividad en la estrategia operativa de las empresas. Así se puso de manifiesto durante la primera ponencia de la Asamblea General de Cámaras, que presidió el vicepresidente del Consejo Superior, Ignacio Mª Echevarría, y en la que participó Javier Taberna, adjunto al presidente de Cámaras, Ángel Torres, secretario de Política Económica y Defensa de la Competencia; y Helena Antolín, miembro del Consejo de Administración del Grupo Antolín.

La contribución de las Cámaras de Comercio al fomento de la competitividad se concretarán en dos esferas de actuación. En primer lugar, las Cámaras, en el ejercicio de su función consultiva, orientarán las políticas para que consigan un impacto más positivo sobre la actividad de las empresas y la competitividad de la economía. Y en segundo lugar, la acción directa de las Cámaras centra sus esfuerzos en impulsar la competitividad de cada empresa, mediante el apoyo, asesoramiento y acompañamiento en sus distintos momentos y con su idiosincrasia específica.

Acciones
Estas dos líneas de actuación cameral se impulsarán con actuaciones específicas de las Cámaras a desarrollar en un futuro próximo como el fortalecimiento de la función consultiva y de lobby de las Cámaras. Las Cámaras pueden influir sobre las decisiones de la política macro y microeconómica, mediante el análisis sistemático de las diferentes opciones de la política económica y sus efectos sobre la competitividad empresarial. Ampliar el contenido y dinámica de la función consultiva de las Cámaras supondrían, entre otras acciones un informe sobre la competitividad empresarial; la aportación de estudios sistemáticos sobre el impacto de las acciones legislativas sobre la competitividad empresarial; un análisis del coste de la regulación empresarial. Al igual que se hacen estudios de impacto ambiental de las futuras normas, debería hacerse formalmente un análisis previo de su coste económico para las empresas; potenciar la labor de las Comisones consultivas en el Consejo Superior y las Cámaras, y en su caso, constituir grupos de trabajo específicos; e incorporar el concepto de inteligencia competitiva en los proceso de toma de decisiones tanto de las empresas como de las instituciones públicas, lo que permitiría adecuar las políticas a las empresas más desarrolladas.

Innovación
Otra actuación específica será implantar y consolidar la cultura innovadora entre el tejido empresarial, para ello se podrían acometer acciones como aproximar las Cámaras al entorno de los Centros Tecnológicos y las Universidades, para actuar com puente entre ellos y las empresas, desde un punto de vista operativo y práctico; continuar con el impulso a programas camerales vinculados con el apoyo a la mejora de la innovación y de la tecnología en las empresas, como son el Programa Nexopyme, el Programa de Censo Digital, o el Programa Maspyme. Asimismo, entre estas acciones también se encuentra el desarrollar nuevas iniciativas específicas de apoyo a la innovación: como una propuesta destacada a implantar en determinadas regiones, el Programa Innocámaras, en línea con otros desarrollados por las Cámaras y con apoyo de financiación comunitaria, se centra en un acompañamiento y asesoramiento de la empresa, realizado por expertos, en aquellos elementos determinantes de la competitividad a través de la innovación en cada una de las empresas. En concreto, se realizará un plan de concienciación e impulso de la competitividad basado en un diagnóstico empresarial y competitividad.

Desarrollo Regional
Por lo que respecta a la ponencia sobre desarrollo regional como el mejor medio para asegurar un crecimiento económico equilibrado, decir que estuvo protagonizada por Antonio Miguel Méndez Pozo y Miquel Valls, vicepresidentes del Consejo Superior de Cámaras; Fernando Merry del Val, consejero de Economía e Innovación tecnológico de la Comunidad de Madrid; Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de la Caja Castilla-La Mancha y Luis Padrón, secretario general de la Cámara de Comercio de las Palmas.

Esta ponencia partió de la situación de finales del siglo XX donde se ha registrado un crecimiento equilibrado y gradual de las regiones españolas. Sin embargo, todavía existen desequilibrios con diferencias regionales en capitalización y productividad, innovación, formación o congestión.

La contribución de las Cámaras al fomento del desarrollo regional se concretará según la información vertida en esta ponencia, en una doble vía. Por una parte, colaborando en el establecimiento de un entorno económico con primacía de la cultura empresarial como impulsora del desarrollo económico local; y por otra parte, desarrollando iniciativas y acciones directas que provoquen impactos en el desarrollo equilibrado de los territorios.

Así, las Cámaras podrán en marcha actuaciones en campos como el sector turístico, una actividad clave para la economía española y el desarrollo d e determinados territorios. En concreto, a través de la creación de un Centro de Inteligencia Turística (CIT) com o instrumento de información, diagnóstico y predicción del sector.

Asimismo, también se pondrán en marcha desde las Cámaras Observatorio de Promoción y representación de intereses económicos generales. Centros de reflexión y análisis de ámbitos locales para la detección, priorización, propuesta y seguimiento de iniciativas.

Por otro lado, ayer también se planteó la participación y gestión aeroportuaria de las Cámaras de Comercio, teniendo en cuenta que el actual modelo aeroportuario español es público y centralizado, sin una conexión efectiva entre aeropuerto y su entorno económico, social y territorial. Así las Cámaras, a semejanza de los que ha ocurrido en Francia o Italia, pueden desempeñar un papel relevante en la gradual transformación del modelo aeroportuario español. El nuevo modelo debería combinar la descentralización de la gestión, impulsar la iniciativa privada y consolidar la función del Estado como regulador.

Por último, en esta ponencia también se propuso, el diseño, desarrollo y gestión de infraestructuras ligeras de interés empresarial.



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