La celebración del L Aniversario del Grupo Mestre congregó a una nutrida representación de la comunidad portuaria de Barcelona. Conjugando pasado, presente y futuro, esta compañía ha sabido hacerse un hueco en el mundo de la logística catalana y española, llegando a gestionar una de las terminales de contenedores más importantes del sistema portuario español y esperando a construir y gestionar otra terminal en la ampliación del puerto de Barcelona

El Grupo Mestre, empresa que gestiona la Terminal TERCAT en el puerto de Barcelona, celebró la pasada semana su L Aniversario.

Una gran representación de la comunidad portuaria de Barcelona no quiso dejar de escapar la ocasión para arropar a una de las firmas que más ha hecho por el crecimiento del puerto de Barcelona.

En 1957, Juan Mestre Monforte, fundador de la compañía, comenzó su trayectoria dando servicios de transporte con una simple camioneta de cuatro toneladas, que podía alcanzar una velocidad de 60 kilómetros por hora.

Sin embargo, y a pesar de los pocos medios, su aspiración personal era la de ofrecer la mejor calidad en el servicio a sus clientes.

Así, a través de las siguientes décadas, esta actividad se expandió de un sencillo camión a un negocio de transporte marítimo integrado, celebrando estos 50 años de calidad de servicio.

En la actualidad, el Grupo Mestre engloba todos los subsectores del sector de la logística: transitarios, consignatarios, terminales de manipulación portuaria, transporte terrestre y ferroviario, almacenamiento y distribución.

La Terminal TERCAT es el buque insignia de la empresa, que ha conseguido haber manipulado un millón de TEUs en 2006.

A partir de ahora, el futuro del Grupo Mestre pasa por TERCAT, que en estos instantes ha sabido compaginar la unión del conocimiento y la experiencia local junto con el liderazgo mundial Hutchison Port Holdings (HPH).

Asimismo, será la encargada de construir y operar la nueva megaterminal de contenedores en la expansión del puerto de Barcelona, la Terminal Prat.

La apertura en 2008 de esta terminal doblará la capacidad del puerto y lo convertirá en la puerta del sur de Europa para los próximos 50 años.