Las principales asociaciones de empresas de transporte de mercancías en España han cargado contra la intención del nuevo Gobierno de aumentar la fiscalidad al sector con la posible implantación de la Euroviñeta.

Los transportistas cargan contra la intención del Gobierno de aumentar su presión fiscal

Tal y como anunció Luis de Guindos, su departamento sopesa la idea de implantar esta tasa, una medida que vendría acompañada además del incremento de los impuestos especiales, entre ellos muy previsiblemente el que afecta a los hidrocarburos.

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), ha mostrado ya su “total oposición”. La patronal recuerda que el transporte de mercancías por carretera “es paradójicamente uno de los sectores de actividad que mayores cargas fiscales y sociales soporta”, y califica estas posibles nuevas tasas como “injusticia”.

Y es que para la CETM el hecho de que esta tasa sea impuesta a los vehículos de transporte de mercancías de más de tres toneladas y media sería una medida “tremendamente discriminatoria pues convierte a nuestro sector en el único responsable económico del mantenimiento de las infraestructuras”. Además, la patronal se muestra contraria a utilizar lo recaudado con este impuesto a promocionar “otros modos de transporte” que podrían competir en situación de “ventaja” con la carretera. Para la CETM, además, la implantación de la Euroviñeta restaría competitividad a las empresas del sector y encarecería el producto final y puntualiza que lo ideal sería abandonar las inversiones en “proyectos faraónicos” como líneas de AVE ineficientes o aeropuertos “que nadie utiliza”.

En similares términos se pronuncian desde la Federación nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), que además alerta que esta nueva fiscalidad traería como consecuencia inmediata “romper con la tendencia de crecimiento positivo continuado de las exportaciones españolas, que se ha mantenido a lo largo de estos últimos tres años”.

Con todo, la organización pide que si la medida recaudatoria es aprobada, “no se aplique al sector del transporte por carretera, a través del mecanismo de devolución del gasóleo profesional, aunque lamentablemente ello paliaría sólo parcialmente su impacto económico, ya que a dicho régimen de devolución sólo pueden acogerse los vehículos de transporte de mayor tamaño, al quedar excluidos los camiones de menos de 7,5 toneladas de masa máxima, lo que representa en torno al 30% de la flota española, los cuales sufrirían directamente dicha subida si finalmente se aprobara”.

Por su parte, desde la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías, (Fetransa) tildó este proyecto como “jarro de agua fría” para el sector del transporte, que aporta todos los años a las arcas públicas unos 23.000 millones de euros.

Esta organización considera que el déficit debe combatirse mediante “el estímulo y el apoyo” a los sectores económicos que generan riqueza y puestos de trabajo “y no gravándolos con mayores cargas fiscales, máxime cuando existen otros modos de transporte, como el ferrocarril, que le cuesta a las arcas públicas 231 millones de euros al año”. “La situación actual del sector del transporte”, según Fetransa, “no le permite erigirse en el rescatador de las grandes empresas constructoras ni en el salvador de las inadecuadas decisiones presupuestarias de nuestros dirigentes”.