La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) y la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) no van a secundar la huelga convocada por la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (FETRANSA) para la próxima semana.

Fetransa se queda sola en su convocatoria de huelga

A través de sendos comunicados, tanto CETM como ASTIC afirman que no tiene sentido convocar un paro dada la situación actual del sector del transporte de mercancías por carretera. Asimismo, advierten de “impacto negativo” que tendrá este paro sobre el sector y sobre la economía. Ambas coinciden en señalar, además, el “carácter minoritario” de la organización convocante, dando a entender que la huelga convocada no debería tener una incidencia significativa. Particularmente, ASTIC reconoce que “la efectividad del paro solo podría obtenerse con un recurso generalizado a medios coactivos o disuasorios”.

Sin embargo, lo que sí hay entre estas organizaciones es el reconocimiento de una “situación límite” y un cierto grado de comprensión hacia los motivos que impulsan la huelga. Julio Villaescusa, presidente de Fenadismer, reconoce en declaraciones a esta publicación que posiblemente, en toda la historia del transporte “no haya habido argumentos y motivos más que suficientes para convocar un paro”, sin embargo, “la forma y el momento no es el más adecuado, más cuando hay pendiente un cambio normativo y cuando preferimos agotar todas las vías de diálogo y negociación posible”.

Representatividad
La negativa de estas tres organizaciones deja sola a FETRANSA en la huelga de la próxima semana y con el hercúleo reto de lograr una cierta incidencia en el sector, algo que se antoja casi imposible. Y es que la suma de la representación de CETM, Fenadismer y ASTIC en el CNTC es muy mayoritaria (superior al 80%).

Con todo, los problemas son comunes para todos. Según el Observatorio del Ministerio de Transporte de Mercancías por Carretera del Ministerio de Fomento, los costes de combustible, a fecha de 31 de enero de 2012, suponen, según el tipo de vehículo, entre un 30% y un 40%, mientras que los costes directos suponen entre el 50% y el 70% del total. A esto habría que sumar la constante subida del precio del combustible, la implantación en algunas comunidades autónomas del céntimo sanitario o la retirada de las ayudas al gasóleo profesional.

Varias de las reivindicaciones de los convocantes son compartidas también por las otras asociaciones, como la responsabilidad de los cargadores por el pago de los portes, el cumplimiento de la ley en cuanto al pago de esos servicios o la repercusión de la subida del gasóleo en el valor final del servicio. Al respecto, Julio Villaescusa reconoce que los acuerdos firmados con las asociaciones de cargadores “están muertos”, ya que no se está cumpliendo “nada de lo que se firmó”.