Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya completaba ayer la implantación del Plano de Estaciones en las líneas metropolitanas, un largo proceso que empezó en 1997 y que ha culminado con la incorporación del nuevo sistema a los ramales de Igualada y Manresa de la línea Llobregat-Anoia.

El Plano de Estaciones se ideó con el objetivo de instaurar un nuevo modelo de estación activa, con una mejora de la calidad de la atención al cliente. Para conseguirlo se habían de adaptar infraestructuras y equipamientos para introducir las nuevas tecnologías en la expedición de billetes, sistemas de telecomunicaciones, los sistemas de información y servicio al cliente y también en los controles de accesos.

Esto se ha traducido, 15 años después, en la automatización del sistema de venta de billetes en casi la totalidad de estaciones de la red. También se ha mejorado el sistema de seguridad con la instalación de 1.500 cámaras de seguridad en trenes y estaciones, y 1.200 Puntos de Información y Emergencia.

Con respecto a los controles de accesos, el 90% de las estaciones cuenta con un sistema de barrera tarifaria en la entrada, y a la vez se ha implantado la validación de salida en las estaciones con más demanda de viajeros. Así se ha conseguido ejercer un control exhaustivo sobre el 85% de los viajeros de las líneas metropolitanas y los índices de fraude han disminuido del 4,5% en 2004 hasta el 0,1% actual.

FGC ha invertido un total de 2,1 millones de euros en el Plan de Reducción del Fraude desde el año 1.998, que se ha traducido en un aumento de los ingresos en un millón de euros anuales.