Indra, compañía global de ingeniería tecnológica para los sectores aeroespacial, de defensa y movilidad, ha completado la modernización de dos radares secundarios transportables IRS 20-MP/S para la Fuerza Aérea de Brasil, suministrados también por la compañía, que ayudan a controlar los movimientos en el espacio aéreo del país y tienen capacidad para sustituir a los radares de vigilancia aérea, en el supuesto de largas interrupciones en su funcionamiento, y para mantener una alta disponibilidad global del servicio de vigilancia de la circulación aérea general.

Los radares son responsabilidad del Parque de Material de Electrónica de la Aeronáutica de Río de Janeiro (PAME-RJ), bajo la coordinación de la Subdivisión de Radiodeterminación (RAD) de la División Técnica. Como conclusión del proyecto se llevaron a cabo pruebas de aceptación sobre el terreno (SAT) del proceso de modernización, electrónica, mecánica eléctrica y mecánica estructural, de las dos unidades de radar secundario transportable. Una de las unidades está instalada en Petrolina (estado de Pernambuco) y la otra se instalará en Bom Jesus da Lapa (Bahía).

El objetivo de la modernización es dotar a los sistemas radar de las funcionalidades digitales más avanzadas, para aumentar la precisión y la calidad de los datos recogidos y ampliar su cobertura. Para ello, se decidió implantar un sistema de recepción y procesamiento de señales ADS-B (Automatic Dependent Surveillance - Broadcast o Sistema de Vigilancia Dependiente Automática) que detectará las aeronaves de forma simultánea al sistema de radares y mejorará así la calidad de las señales recibidas y aumentará la probabilidad de detección de aeronaves, además de las ventajas que supone un menor coste de mantenimiento.

Experiencia
Indra es uno de los principales fabricantes mundiales de radares aplicados tanto a la protección de la movilidad, como al transporte y la defensa. Con más de cuarenta años de experiencia en el desarrollo de estos sistemas, Indra ha exportado sus radares a los cinco continentes, es el principal proveedor de la OTAN y cuenta, además, con una de las mayores fábricas de radares de Europa, con más de 7.000 metros cuadrados y 200 profesionales especializados.