El encuentro fue organizado por el Consejo Aragonés de Cámaras y el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Aragón y La Rioja con el objetivo de reivindicar esta infraestructura.
Asimismo, la jornada sirvió para exponer los motivos por los que el tramo ferroviario debe de estar incluido en el Reglamento CEF de la Unión Europea.
Durante el transcurso de su ponencia, el presidente de la APV se mostró satisfecho con la respuesta que ha generado en el tejido empresarial la mejora de la línea. En concreto, Aurelio Martínez explicó que con una inversión de solo 15,72 millones de euros la demanda de la línea se ha multiplicado por seis en los dos últimos años, pasando de cuatro trenes semanales en 2016 a los 26 convoyes que usan esta línea de manera semanal en la actualidad. Asimismo, esta inversión también ha posibilitado que la capacidad de la línea se duplique pasando de 42 surcos semanales que se podían ofertar en 2016 a una oferta de 84 surcos en la actualidad.
Aurelio Martínez también profundizó en cómo se han distribuido las inversiones realizadas hasta el momento. En concreto, de los 15,72 millones de euros, se han destinado 8,83 millones para la supresión de limitaciones temporales de velocidad. Esta actuación ha permitido reducir el tiempo de viaje y aumentar la seguridad y fiabilidad de la infraestructura. Igualmente, se han invertido 5,32 millones en la instalación del tren-tierra, lo que ha posibilidad la disponibilidad de surcos horarios durante las 24 horas del día y, por ende, la reducción de los costes de transporte. Por último, 1,57 millones de euros se han invertido en el aumento de la capacidad portante en el tramo Sagunto-Teruel para suprimir la limitación de carga por eje y permitir que circulen convoyes de hasta 22,5 toneladas por eje. Para antes de finalizar el año, Adif tiene previsto realizar licitaciones para mejoras en esta línea por un valor de 65 millones de euros.
El presidente de la APV también adelantó las cifras de inversiones totales que están previstas realizar en la línea. Así, entre 2017 y 2023, año en el que está previsto que finalicen todas las actuaciones, Adif invertirá un total de 387 millones de euros. De ellos, 83,8 millones de euros se destinarán a la infraestructura y vía; 266,2 millones de euros se invertirán en actuaciones energéticas y 36,8 millones de euros para instalaciones de control y gestión del tráfico.
Aurelio Martínez también aprovechó su presencia en el paraninfo de la Universidad de Zaragoza para poner de manifiesto el agravio comparativo que, en materia de inversiones, existe entre el tramo norte y el tramo sur del Corredor Cántabro-Mediterráneo. “Mientras que en el tramo entre Zaragoza y el Cantábrico están previstas inversiones de más de 12.700 millones de euros, en el tramo entre Zaragoza y Sagunto esas inversiones únicamente se limitan a 387 millones de euros.
Estamos hablando de una relación de 33 a 1. Esta infraestructura no es un problema exclusivo de la provincia de Teruel, es una necesidad de la Comunidad Valenciana, de Aragón y del conjunto de España”, explicó.
Redes transeuropeas
No obstante, el presidente de la APV se mostró confiado en la labor realizada conjuntamente entre el ministro de Fomento, José Luis Ábalos; el presidente de Aragón, Javier Lambán, el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; las eurodiputadas valencianas Inmaculada Rodríguez Piñero e Inés Ayala y todos los grupos parlamentarios con representación en Bruselas para que la Comisión Europea incluya a la línea Valencia-Zaragoza dentro de las redes prioritarias de transporte.
“Confío en que el día 22 se aprueben las enmiendas que permitan restituir la conexión entre Valencia y Zaragoza, una conexión que nunca debería haber tenido que desaparecer”, explicó.
“Estamos plenamente convencidos de la importancia estratégica que tiene el Corredor Cántabro-Mediterráneo en su totalidad porque abarca una extensión de más de 106.000 kilómetros cuadrados, con una población superior a diez millones de habitantes y que representa el 21% del PIB nacional. De hecho, hoy los flujos interregionales entre la Comunidad Valenciana, Aragón, Cantabria, La Rioja y País Vasco representan alrededor de diez millones de toneladas anuales que se transportan por carretera y que, buena parte, de ellos podría realizarse por ferrocarril”, recordó Martínez.
El presidente de la APV concluyó su ponencia recordando la importancia de dotar de doble plataforma a esta línea, especialmente en aquellos tramos con longitudes de alrededor de 30 kilómetros y pendientes superiores a las 24 milésimas. Asimismo, recordó que el crecimiento de la demanda debería permitir la sustitución paulatina del trazado por una vía de doble plataforma de modo que, a medio plazo, el trayecto entre Zaragoza y Valencia no superara las dos horas y media.
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