La subida del gasóleo parece ser un hecho sin marcha atrás. Así lo confirman tanto desde el Gobierno de Pedro Sánchez, como desde la Unión Europea que ha reprendido en numerosas ocasiones a España por la política de beneficiar al diesel frente a la gasolina sin “justificación alguna”.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, afirmó recientemente que la subida de los impuestos para los diésel debería comenzar en enero de 2019, y estaría ya reflejada en los nuevos Presupuestos Generales del Estado para 2019. Será, por tanto, una subida gradual, de manera que en 2019 se asumiría una subida de los impuestos al gasóleo en el entorno de los 2,4 céntimos de euro por litro repostado. Una subida que se repetiría anualmente, a lo largo de los próximos cuatro años, hasta conseguir que los impuestos asumidos por el gasóleo alcancen los 40,25 céntimos por litro repostado, el impuesto asumido ahora por la gasolina, y muy por encima de los 30,7 céntimos por litro repostado con que está gravado actualmente el gasóleo.

El incremento de facturación para el gobierno podría rondar los 600 millones de euros anuales, y, una vez que se haya alcanzado el nivel máximo, la facturación esperada ascendería a unos 2.400 millones anuales.

El Gobierno reconoce estar trabajando en estos momentos con un borrador, en el que estaría pendiente definir cómo se producirá la subida de un carburante que, en principio, evitarán que perjudique a los profesionales.