Si durante años, Administraciones Públicas, organizaciones empresariales, plataformas de presión, e incluso, sociedad civil, reclamaron la necesidad e importancia de que Europa dijese sí a la construcción del Corredor Mediterráneo, ahora, una vez la UE ha dado luz verde a la infraestructura (el pasado octubre) la batalla está en reclamar unos “plazos adecuados” que todos los expertos situan, como más tarde, en el horizonte de 2015.

Rafael Aznar (APV), Federico Felix (Pro AVE) , Vicente Boluda (AVE) y César Camisón (UV)

Esta misma idea es que la ayer se defendió en la presentación del estudio “Efectos del Corredor Mediterráneo en la Competitividad de la Economía Mediterránea”, dirigida por el catedrático de la Universidad de Valencia (UV), César Camisón, que estuvo acompañado por el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda; el presidente de la Fundación Pro AVE, Féderico Félix, así como el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar.

En ese sentido, el máximo responsable de Valenciaport destacó que “Cada vez es más potente y llama más a la urgencia disponer del Corredor Mediterráneo y del Ancho Europeo antes de 2015”. “De lo contrario -remarcó- nos situamos en “En una clara desventaja con respecto a centro Europa”.

Aznar recordó que si esta infraestructura se ejecutase en tiempo y forma, el balance entre los puertos del Norte del continente y los de Sur (70% y 30% del manejo de tráfico respectivamente actualmente), se situaría en unos niveles del 60% y 40% respectivamente.
Además, explicó que el Corredor Mediterráneo beneficiará a un triple ángulo: navieros, cargadores y operadores logísticos.

19.400 millones
Por su parte, Camisón recordó que el Corredor Mediterráneo costará unos 19.400 millones de euros, y, sólamente el trazado Tarragona-Valencia, será de 5.400 millones. “En julio, el Ministerio de Fomento presentará el nuevo Plan de Infraestructuras con el que cuenta con un presupuesto total de 76.400. Hay que priorizar en la asignación del dinero y de aquellos corredores que sean más rentables”.

El catedrático recordó que el principal “campo de batalla” ahora es cuando se ejecutará y explicó “Si se retrasa más de 2015 se producirá un aumento del 37% en los costes de transporte, y si se demora más de 2020 el aumento será del 56%. Por el contrario, si se hace en el tiempo deseado se beneficiará a sectores como el agrícola, el del mueble, o el químico y los costes de transporte bajarán un 14%. Además, crecerán las exportaciones un 23% y se crearán 17.900 nuevos empleos ”.

Por su parte, tanto Federico Felix como Vicente Boluda destacaron en alabar el profundo estudio dirigo por Camisón. Boluda recordó la “importancia de que todos se conciencien de que el Corredor Mediterráneo es fundamental”, y, por su parte, Félix, muy enérgico, lamentó “la ambigüedad de Fomento de no aclarar que pasa con el Corredor Mediterráneo” e insistió en que “nos estamos jugando nuestro futuro. El umbral es 2015 sino perderemos competitividad y además deslocalización de empresas”. Finalmente, se mostró partidario de la fórmula público-privada para su realización: “Habrán seguro inversores privados en este proyecto”.