La documentación digital en el transporte será pronto obligatoria y las empresas deben estar preparadas
El sector del transporte se enfrenta a un cambio inminente: la digitalización de la documentación de transporte será pronto una obligación legal. Aunque en España aún no se ha fijado una fecha definitiva, se espera que la futura Ley de Movilidad Sostenible, actualmente en tramitación parlamentaria, establezca un plazo para su implantación. A nivel europeo, el Reglamento eFTI será de aplicación plena el 1 de diciembre de 2026 y obligará a las autoridades de los estados miembros a aceptar la documentación del transporte en formato digital, con previsión de exigirlo a los operadores privados en 2029.
Además, el nuevo ADR 2025 contempla expresamente la posibilidad de utilizar documentación electrónica en el transporte de mercancías peligrosas, lo que refuerza aún más el avance normativo hacia una logística completamente digital incluso en los sectores más regulados.
En este contexto, la digitalización ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. Así se puso de manifiesto en un reciente webinar organizado por ACE, que abordó las claves de la implementación del e-CMR.
Durante el encuentro, se presentó el caso de Votorantim, empresa cargadora fabricante de cementos, como ejemplo de implementación del sistema. Su representante explicó cómo la compañía inició su transformación digital impulsada por el e-commerce, incorporando el e-CMR, primero con desarrollos propios y, más recientemente, con la integración de la plataforma Transfollow, que ha mejorado significativamente la trazabilidad de los envíos y la eficiencia documental.
El representante de Votorantim no ocultó los desafíos del proceso: desde la transformación de procesos manuales a digitales, la necesaria coordinación entre departamentos, hasta la resistencia inicial de los chóferes. No obstante, aseguró que, con una gestión adecuada del cambio, todos estos obstáculos se superan con éxito. También enfatizó un aspecto clave: la propiedad del dato digital permanece exclusivamente en manos de la empresa, lo que garantiza control total sobre la información.
Además de asegurar el cumplimiento normativo, la implantación del e-CMR conlleva beneficios tangibles: se estima un ahorro de entre 7 y 9 minutos por cada transacción, al eliminar el uso de papel y automatizar procesos, lo que se traduce en una reducción significativa de los costes administrativos. También se logra una mejora en la trazabilidad de los envíos, acceso inmediato a la información y una gestión más ágil de incidencias, todo ello contribuyendo a una cadena logística más eficiente y sostenible.
Además, las plataformas de e-CMR deben cumplir estándares de seguridad, legalidad y compatibilidad tecnológica, especialmente en un contexto europeo donde diferentes países pueden tener regulaciones distintas. La solución, afirma Carlos Gallo de Transfollow, pasa por trabajar con plataformas reconocidas que estén en listas de proveedores de confianza validadas por las autoridades nacionales y europeas.
El webinar dejó claro que la implantación del e-CMR no es una opción, sino una necesidad real. Aunque todavía no existe una fecha límite establecida por ley, las ventajas operativas, económicas, medioambientales y de cumplimiento regulatorio hacen que dar el paso hacia la documentación electrónica sea una decisión estratégica para cualquier empresa cargadora.