Para Vicente Fuster, director regional de la zona Este de Coface, en la actualidad vivimos un fin de ciclo económico que va a terminar con un claro decrecimiento de la economía. En este contexto, las empresas deben explorar y conocer a fondo todas las posibilidades que abren los seguros para cubrir el riesgo de los impagos. Según sus datos, en la actualidad el período medio para el cobro se sitúa en los 74 días. Se ha constatado, además, que el 32 por ciento de las empresas sufre retrasos de forma sistemática.
El experto ha hecho hincapié en la necesidad de que las empresas del sector implementen nuevas herramientas para evitar tanto los impagos como las estafas. Fuster ha destacado el notable incremento de timos que sufren las firmas transportistas. “Estamos viendo crecer, de manera alarmante, todo tipo de estafas, tanto de suplantación de identidad como de cambio de destino en la mercancía”, señala. “Y los seguros no cubren las estafas”, recalca. “Hay compañías especializadas en ello, especialmente en el ámbito cibernético, que actúan con numerosas argucias para engañar a las empresas. Se inventan un nombre comercial, un correo electrónico, incluso copian los logos y operan de esta forma. Otra estafa habitual consiste en desviar la ruta de la mercancía, especialmente con la perecedera”, explica. Según los datos aportados en la jornada, la suplantación de identidad se ha cuadruplicado en los últimos dos años.
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| Instantánea del encuentro celebrado en el Club Náutico |
Para el abogado Jorge Selma, en este escenario de incertidumbre económica, las empresas deben buscar "paraguas que se puedan abrir para los momentos en los que se retrasan los pagos". Selma ha destacado que el aval bancario es una de los instrumentos a los que cada día se recurre de forma más frecuente. “Es cierto que encarece los costes, pero es la forma de asegurar el cobro”.
Antonio Mengod, CEO de la correduría Iberian Teamwork, empezó su intervención con un dato: “Al buscar en internet la frase ‘morosidad en el transporte’ aparecen tres millones de entradas.
"Es decir, es un tema que interesa enormemente y sobre el que debemos seguir analizando para encontrar nuevas vías contra los impagos”. En su opinión, las empresas deben realizar diariamente un esfuerzo por mejorar la formación y conocer a fondo la legislación vigente. “El transporte actual no se parece en nada a cómo funcionaba el transporte hace diez años y algunas compañías siguen actuando con criterios un tanto obsoletos”. Recuerda como ejemplo el caso de una agencia de transportes que no disponía de flota propia. “Recibe una petición de carga de uno de sus principales clientes, una naviera, y la deriva a un tercero. En el trayecto, le roban la mercancía, por un valor cercano a los 100.000 euros. Tras una batalla judicial para dilucidar quién debía asumir el importe de la pérdida, en la que la empresa se enfrentó tanto a la naviera como al transportista contratado, perdió todos los pleitos, incluidas las costas judiciales, haciendo más grande el problema”. Para el experto, “es un ejemplo de cómo se toman las decisiones erróneas, propias de otras épocas, en cualquier punto de la cadena de transporte y que son fruto en muchas ocasiones de la desinformación”.
Para Rosa Molero, gerente de ELTC, la organización de la jornada, a la que han asistido cerca de 50 profesionales, responde “al interés trasladado por los asociados para abordar este espinoso tema que les afecta muy directamente”.
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