El presidente de FERRMED, Joan Amorós, Claude Auger, Presidente de Energie TGV, con Jean-Luc Gibelin, Vice presidente de la Région de Occitanie; José Javier Izquierdo, Secretario General de Infraestructuras y Transporte del Ministerio de Fomento de España; André Vercin, Consejero Regional de transportes de la Región Auvergne-Rhône-Alpes; e Isidre Gavín, Secretario general de infraestructuras y movilidad de la Generalitat de la Catalogne, entre otros, la conferencia “La conexión ferroviaria Paris-Barcelona en el horizonte 2025”, organizada por FERRMED y ENERGIE TGV en la sede de la UIC (Internacional Union of Railways), en Paris.

Mesa inaugural del encuentro organizado por FERRMED

Joan Amorós explicó que “la problemática se centra en las dificultades para el paso de trenes de mercancías en las grandes aglomeraciones urbanas, la falta de conexiones adecuadas entre terminales, puertos y aeropuertos y los cuellos de botella actuales y potenciales”. “La resolución de estos problemas tendría un impacto socioeconómico de primera magnitud. Para 2025, se podría conseguir una reducción de los costes de transporte superiores al 25% y un ahorro de 2 millones de toneladas en las emisiones de gases con efecto invernadero”, aseguró.

FERRMED y Energie TGV instan al gobierno francés y español a tomar las medidas a corto y medio plazo de forma inmediata para cumplir con los objetivos medio ambientales del Libro Blanco de la CE y para evitar graves problemas de saturación en el transporte terrestre tanto por carretera como por ferrocarril, ha dicho el presidente de FERRMED.

Por su parte, el presidente de Energie TGV, Claude Auger, ha señalado que en estos momentos se están solventando los problemas en Perpiñán para que los “trenes diarios AVE y TER y los trenes de mercancías de 40 vagones puedan llegar a la zona de recepción”.

Asimismo, el Secretario General de Infraestructuras y Transporte del Ministerio de Fomento, José Javier Izquierdo, puso de manifiesto “el compromiso del Gobierno español con la red ferroviario transeuropeo y la necesidad e importancia de la colaboración entre el sector público y privado para conformar el espacio ferroviario europeo”.

Corredor
Por su parte, Isidre Gavín, Secretario general de Infraestructuras y Movilidad de la Generalitat de Catalunya, ha reflexionado “Necesitamos un corredor de alta capacidad eficiente e intermodal”, porque tenemos corredores con capacidades muy limitadas. Otro problema es la utilización trenes demasiado cortos. En este sentido, pediría al gobierno español y francés que solucionaran estos temas con una perspectiva de un corredor europeo.

La conferencia puso de manifiesto las grandes ventajas de la conexión ferroviaria eficaz y el crecimiento potencial del tráfico ferroviario (de pasajeros y mercancías), entre estas dos grandes áreas metropolitanas y las ventajas complementarias de las reducciones de los costes de transporte, del ahorro de tiempos de desplazamiento y de la consolidación de una zona de progreso entre las más importantes de la UE.

El tráfico ferroviario en esta sección alcanzará su máximo potencial cuando estén terminadas las principales obras de infraestructura programadas en Francia y España, incluyendo: la variante Este de Lyon, la línea de alta velocidad Montpellier-Perpignan (de acuerdo con los compromisos de Corfú), la conversión al ancho internacional – UIC de las líneas convencionales desde Barcelona a Portbou, y la finalización de la nueva estación de Barcelona-La Sagrera. De esta manera, podremos ver que las operaciones potenciales actuales se han convertido en una realidad palpable en 2025.

Para 2025, considerando que todas las nuevas infraestructuras ya estén terminadas, una duración promedio de cuatro horas para el viaje directo de TGV entre París y Barcelona podría captar, para el transporte ferroviario, una parte significativa de los casi 9.000 pasajeros diarios actuales que cogen el avión para viajar entre las dos grandes ciudades, sin contar a los que hacen el viaje por las autopistas. Ninguna otra conexión entre París y una ciudad europea es más frecuentada que la conexión con Barcelona.

En resumen, estas soluciones consolidarían, por un lado, los estrechos vínculos históricos, culturales y económicos existentes entre París y Barcelona, y por otro lado reducirían significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.