Bangladés ha dado uno de los pasos más importantes de su historia reciente en materia de infraestructuras portuarias con la firma del acuerdo de concesión para el desarrollo de la Laldia Container Terminal en Chattogram (antigua Chittagong). El proyecto, valorado en más de 550 millones de dólares, se convierte así en una de las mayores inversiones público-privadas del país.

El acuerdo fue suscrito entre la Chittagong Port Authority (CPA) y el operador portuario APM Terminals, del grupo A. P. Moller - Maersk, junto con su socio local QNS Container Services.

La concesión otorgará a APM Terminals la gestión de la terminal durante 30 años, ampliables en función del cumplimiento de indicadores clave de rendimiento. El proyecto será diseñado, financiado, construido y operado íntegramente por los inversores, un modelo inédito hasta ahora en el sector portuario de Bangladés.

El director ejecutivo de APM Terminals, Keith Svendsen, destacó “el enorme potencial del mercado bangladesí” y subrayó que este proyecto permitirá “crear una terminal segura, eficiente y capaz de generar empleo cualificado para impulsar la prosperidad regional”.

El proyecto forma parte del Sustainable Green Framework Engagement entre Dinamarca y Bangladés, un programa bilateral que pretende fomentar la inversión sostenible, la creación de empleo y el fortalecimiento de las relaciones económicas.

El asesor jefe del Gobierno de Bangladesh, Muhammad Yunus, celebró que la nueva terminal vaya camino de convertirse en el primer puerto sostenible del país y en la mayor inversión europea de su historia. “Laldia reducirá cuellos de botella logísticos, aumentará la competitividad de nuestras exportaciones y abrirá nuevas oportunidades para nuestra economía”, aseveró.

Desde Dinamarca, el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen, calificó la inversión como “una prueba de confianza en el futuro de Bangladés”.

La terminal de Laldia, cuya entrada en operación está prevista para 2030, incrementará la capacidad portuaria nacional en más de 800.000 TEU anuales, reforzando la conectividad internacional de sectores clave como textil, confección e industria.

El nuevo enclave permitirá, además, que el puerto pueda recibir buques de hasta 6.000 TEU, frente al límite actual de 2.800, lo que reducirá congestiones y abaratará costes logísticos. La nueva terminal reducirá emisiones, ruido y contaminación, lo que beneficiará tanto a los trabajadores como a las comunidades locales.