Las empresas que operan en el puerto de Sète en Francia justifican el despido colectivo de 23 de sus 46 trabajadores por la necesidad de “reducir los costes”.

Para lograrlo, los empresarios están desviando los buques a puertos cercanos como el de Barcelona, Fos, Marsella, entre otros. Sin embargo, los trabajadores de estos puertos se han negado a realizar la descarga de las mercancías como muestra de solidaridad con los trabajadores franceses.

En este contexto, el puerto de Sète ha experimentado en los últimos años un crecimiento constante del vólumen de tráficos y está considerado por el gobierno francés como un “puerto de interés nacional”.

En este sentido, desde el Consejo Internacional de Trabajadores Portuarios (IDC) se considera inaceptable esta decisión de despido colectivo de trabajadores portuarios que viola los derechos laborales de los portuarios franceses. Según IDC, la “reducción de costes” no puede hacerse únicamente a expensas de los portuarios, que son quienes garantizan con su trabajo los beneficios empresariales.

IDC
Para el Consejo Internacional de Trabajadores Portuarios, detrás de este intento puede esconderse el objetivo de sustituir a los trabajadores profesionales por personal poco cualificado y peor pagado. Sin emabrgo, los trabajadores franceses cuentan con el apoyo de sus compañeros de los puertos del arco mediterráneo como es el caso de Génova, Savona, Marsella, Barcelona, Tarragona, Valencia, ya que en los principales puertos del Golfo de León y del Mediterráneo la presencia del IDC es una constante.