Para IDC ninguna organización sindical ha sido oficialmente consultada sobre el contenido de una directiva que afectará a miles de trabajadores de Europa.

En este sentido, recuerda que la organización representa a más de 60.000 portuarios en todo el mundo y que está presente en diez estados europeos. Aún así recuerda que “IDC ha sido ignorado sistemáticamente por la Comisión Europea”. “La Directiva ha nacido falseada, deudora de intereses particulares y ajena a las verdaderas necesidades de la ciudadanía europea”, señala IDC en un comunicado.

En segundo lugar, la organización considera que la comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, ha impuesto la Directiva a menos de quince días de abandonar su cargo. “Tantas han sido las prisas que a mediados de octubre ni siquiera se habían previsto traducciones a los diferentes idiomas de la Unión (...) En noviembre de 2003 el Parlamento Europeo ya rechazó una Directiva planteada en términos muy similares a la actual. Este nuevo proyecto arece un intento personalista de burlar la decisión soberana del Parlamento de Estrasburgo de garantizar el ordenamiento del sector portuario europeo”.

Por otro lado, IDC considera que el objetivo de esta Directiva no es la “liberalización de los
servicios portuarios”, sino la eliminación de los grandes sindicatos europeos de trabajadores portuarios: “IDC rechaza categóricamente la autoasistencia, una práctica que permitiría a las grandes navieras prescindir de los estibadores profesionales y realizar las tareas de estiba con personal de tierra ajeno a los muelles o, incluso, estibadores profesionales y realizar las tareas de estiba con personal de iterra ajeno a los muelles o con la propia tripulación de los barcos”.

En este sentido, la organización señala que “del mismo modo que ninguna Directiva Europea permitiría a un carpintero operar en un quirófano, carece de todo sentido que se plantee la posibilidad de que el trabajo de estiba lo lleve a cabo personal no capacitado para ello”.