Los estibadores europeos reafirman su apuesta por el actual modelo portuario
A pocos días del relevo oficial en la Comisión Europea de Transportes y Energía, el Consejo Internacional de Estibadores (IDC) reitera su rechazo a los intentos de desregulación del sector portuario en Europa.
Desde este punto de vista, “resulta intolerable la insistencia de la cesante comisaria de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, quien a pesar de haber sido derrotada en el Parlamento Europeo en noviembre de 2003, ha vuelto a desenterrar el fantasma de la ‘autoasistencia”, señala el IDC que prosigue “ esta práctica permitirá a las navieras trabajar con sus propios operarios lo que supondría la aniquilación de la profesión portuaria en todos los puertos del continente. El beneficio a corto plazo de las grandes navieras se traducirá en una espiral de accidentes, tráficos caóticos y, como colofón, un encarecimiento de los servicios que repercutiría en el bolsillo de todos los ciudadanos. Los argumentos para rechazar la Directiva propuesta por los sectores más conservadores de la Unión Europea, no sólo fueron asumidos por todos los trabajadores portuarios, sino que buena parte del empresariado y la clase política los hizo propios”.
Asimismo, el comunicado de IDC prosigue: “Sin embargo, Loyola de Palacio, que tienen que abandonar su cargo el próximo 1 de noviembre, no ha logrado aceptar la legítima victoria de los trabajadores portuarios europeos, que articularon un movimiento de defensa de su profesión que traspasó fronteras y logró hacer escuchar su voz en la mismísima sede del Parlamento Europeo, Estrasburgo”.
Directiva
La Directiva Europea que “pretendía dejar el sector portuario exclusivamente en manos de las grandes navieras fue rechazada de plano por el Europarlamento, que es, recordémoslo, la única institución elegida por votación popular en todos los territorios de la Unión. La aceptación de las normas demográficas es el único camino viable en la construcción europea, por lo que resulta inaceptable la insistencia de la Comisaría saliente, De Palacio, en imponer una Directiva que ha sido rechazada desde todos los ámbitos posibles”, prosigue el comunicado.
Los trabajadores portuarios europeos, según este Consejo, no aceptarán, bajo ninguna circunstancia, que se intente aprobar in extremis una normativa sin contar con ellos.
Por último, IDC señala que la principal lección que se extrajo en noviembre de 2003, cuando la Directiva de Loyola de Palacio fue derrotada en el propio Parlamento Europeo, es que no se pueden imponer decisiones unilaterales.